Mantienen cinco horas de retención de servicios por día desde hace tres semanas aunque hasta el momento no han logrado torcer el brazo a la gestión municipal que pide que levanten la medida de fuerza para sentarse a negociar.

“La gente no quiere levantar la medida porque esto no arrancó hace tres semanas cuando empezó la retención de servicios Esto empezó con una nota que se entregó el 15 de agosto y estamos a 5 de octubre. (Antes de iniciar las medidas) se esperó más de un mes, se dieron distintas alternativas para que pudieran acercar una propuesta y no lo hicieron. Siempre la posición del Ejecutivo fue no darle al reclamo la importancia que merecía”, lamentó Zapata en diálogo con esta Agencia.

El reclamo principal pasa por la reapertura de la paritaria que en abril cerró con un 20 por ciento. “Hoy estamos en cero y es lo que a la gente le cayó muy mal porque había expectativa en que la paritaria se abriera en agosto porque sabíamos que la cláusula gatillo en este nivel de ingreso no iba a funcionar porque estamos hablando de que un trabajador inicial está en 11.000 pesos con 4.000 en negro”, explicó el dirigente gremial.

Respecto de la viabilidad de que las arcas municipales puedan afrontar un nuevo incremento salarial, Zapata advirtió que desde el municipio “dicen que no hay plata pero todos los días se está contratando gente nueva”. Adem+as, sostuvo que el costo de la planta de funcionarios es de más de 1.000.000 por mes y, para hacer una comparación, más de 200 subvencionados implican 1.200.000 pesos, mientras que 50 funcionarios se llevan casi lo mismo”.

En este sentido, si bien admitió que “el municipio no está bien económicamente”, consideró que “no se están haciendo las cosas de manera correcta para que funcione y que los trabajadores realmente puedes llegar a un salario medianamente digno”.

La otra demanda pasa por la entrega de ropa de trabajo que, por ordenanza, debiera realizarse dos veces por año, pero desde el Soem denuncian que no se lleva a cabo desde agosto de 2015.

Zapata aseguró que hay “una desconfianza tal en esta gestión de los trabajadores que hoy exigen una propuesta concreta para recién sentarse a negociar y levantar la medida”.

En la movilización de ayer no tuvieron respuesta de funcionarios pero pudieron mantener contacto con los concejales de los bloques Cambiemos y Frente Para la Victoria, que estaban en plena sesión y salieron para dialogar con los trabajadores: “El bloque oficialista se comprometió a tratar de buscar alguna alternativa o de acercar las partes y el bloque opositor del frente para la victoria también”.

Por el momento, siguen la retención de servicios aunque esperan que la semana que viene el conflicto pueda comenzar a transitar un camino de solución: “Tenemos entendido que (el secretario de Trabajo) Oscar Balla había estado charlando telefónicamente con el intendente y si el ámbito de discusión es la secretaría de Trabajo vamos a concurrir con gusto, esperando que propongan algo un punto de partida para una negociación”.