Todo comenzó en abril del 2015, cuando el señor Carlos Benjamín Paúm, padre de dos alumnos de 8 y 10 años de edad que concurren al establecimiento escolar rural “Nº 17 Concepción del Uruguay”, Distrito Chilcas, Departamento victoria, acusó a la maestra de los niños, Marta Suárez, de practicar magia negra delante de los alumnos; recibiendo aquél como contrarespuesta de parte de la docente, el no acompañar a sus hijos en el proceso educativo de los niños, a la vez de hacerlo responsable de una persecución que llegó a causarle daño moral e intelectual.
Del entredicho a la denuncia
Originariamente el conflicto se limitó al cruce de acusaciones mencionadas con antelación, pero pasado el tiempo tomó otro matíz, ya que Paúm contrató a un abogado, el Doctor Ricardo Monzón y una psicóloga para que tomen intervención en el caso, ya que en su denuncia policial, aducía que sus hijos eran víctimas de bullyng, acoso psicológico y escolar a raíz de toda la situación.
El reclamo del vecino de Chilcas, llegó hasta la Supervisión de Educación Primera Zonal Victoria a cargo de Margarita Pesoa, a través de un escrito donde se brindaron detalles de la denuncia, el estado actual del proceso administrativo que llevan adelante el Departemento Legal del Consejo General de Educación (CGE) y el informe psicológico que advierte los trastornos de uno de los menores.
El CGE no sancionará a la docente
En un informe dirigido a la Dirección Departamental de Escuelas Victoria, el representante legal de Paúm, pide reabrir la investigación administrativa contra la docente Suárez, amén de reclamar la inmediata intervención del Copnaf, Consejo Provincial del Niño, Adolescente y la Familia, para que a través de sus asistentes sociales y psicólogos, corroboren lo expuesto por su cliente.
De este documento surge una resolución de peso, el Jefe de la División de Dictámenes del Departamento de Asuntos Legales y el Asesor Legal del Consejo General de Educación (CGE), Hugo Correa Campo y Roberto Zárate Recalde, evaluaron que no existen en el expediente, elementos suficientes que ameriten medidas sancionatorias contra la educadora, si bien le solicitan al denunciante pruebas de los hechos que denuncia el padre de los alumnos, quedando abierto el expediente, hasta tanto se demuestren los indicios suficientes de las acusaciones.
La maestra y su defensa
La docente denunciada, Marta Suárez rechazó desde un principio, de plano las acusaciones en su contra, aduciendo que hace veinticinco años trabaja en la docencia, sin haber tenido problema alguno, ni maltratado a ningún alumno, por lo cual presentó una denuncia ante el Inadi por violencia de género
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Por el momento sólo resta esperar los tiempos que la justicia dá a una y otra parte, pero priorizando ante todo la salud mental y emocional de los niños.
RESUMEN DEPORTIVO
