Como se recordará, luego que se conociera que la empresa estaba desarrollando este emprendimiento hacia 2007 fue notificada por la Municipalidad sobre la ilegalidad del emprendimiento, e incluso se requirió el acompañamiento judicial para detener la construcción de los terraplenes, que carecen de todo estudio de impacto ambiental o autorización de los organismos pertinentes.
Desde la empresa se planteó judicialmente que la Municipalidad no puede regular lo que ellos realizan en el interior de su propiedad, y mucho más recientemente se conoció que incluso estaba construyendo silos y otras instalaciones destinadas a la actividad agrícola, trabajos sobre los que la empresa fue notificada respecto a que debía cesar en los mismos por carecer de toda autorización.
Mucho más recientemente, el Superior Tribunal de Justicia instó a la Fiscalía de Estado a tomar cartas en el tema.
Ahora, con los terraplenes y el lote de centenares de hectáreas inundado, se presenta la oportunidad de que una acción más clara del Estado impida la reconstrucción de los terraplenes ilegales.
La vista satelital muestra la extensión del lote encerrado entre terraplenes, un área superior a la del casco urbano de las siete colinas.
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