El SENASA sospecha que hay unos 3 mil equinos en Victoria, aunque la mayoría no cuenta con marca. Los vemos pastando en cualquier sitio baldío de la ciudad, en los parques públicos, en la costanera, y hasta en las veredas. Nadie asume el compromiso de hacer un relevamiento, y cada vez que generan un accidente o inconveniente, también desaparecen los dueños. Unos pocos intentos frustrados, y la desidia de una ciudad que involuciona en aspectos sanitarios.
Ahora la confirmación de la presencia de la Encefalomielitis Equina del Oeste, pone en evidencia la falta de políticas serias sobre el tema, y solo queda esperar que los pobres animales que están a merced de la mosquitada no se infecten y desaten un problema aun mayor.
Giorgina Casanova, del SENASA Victoria, alertó sobre los recaudos a implementar ante esta zoonosis, “Primero extremar el uso de repelente contra mosquitos, y dar avisos al SENASA, ante cualquier sospecha”.
El otro aspecto a resolver es la vacuna. “Esta complicado…el Estado y SENASA trabajan con los laboratorios para producirla lo antes posible, y se gestiona para la importación, ya que deberá ser rápida”, explicó Casanova.
Desde 1988 que no se registraban casos de Encefalomielitis Equina del Oeste, y se dejó de vacunar en el 2016.
Se trabaja en un protocolo para los espectáculos ecuestres, mientras ya se implementó un sistema de restricción de circulación de animales desde las provincias donde se confirmaron casos.
Alrededor de 12 casos están en procesamiento para determinar la presencia formal o no en la provincia de Entre Ríos con un diagnóstico de laboratorio. Según trascendió, los síntomas son los mismos que los de los casos confirmados en las otras provincias.
La gran mayoría de estos casos sospechosos son del centro norte de la provincia.
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