Federico Moreno, tiene 19 años de edad, es oriundo de la vecina localidad de Lucas González; por estos días, se encuentra cursando la carrera de abogacía, estudios de grado éstos, que le han ampliado no sólo la mirada y el horizonte de lo que proyecta a futuro, sino que aplica lo aprendido hasta ahora, ayudando a la vecindad de su pueblo.
Amén de aquello, también da rienda suelta a su otra pasíón, innata por cierto, la comunicación, la cual aborda tarde tras tarde, en la “luquense” FM CONTACTO 99.1; donde las temáticas planteadas, están transversalmente condicionadas por lo social.
Palabras como desafío, compromiso, asistencia, oportunidad, arraigo y comunicación, se entrelazan una y otra vez en el relato de Federico, quien tomó a su propia historia de vida, como la punta de lanza para ir hacia ese ideal inefable e implacable, que embarga a “algunas” jóvenes almas.
Pero ese ímpetu arrasador e indolente, cobró vida a partir de hacer espejo en el reconocimiento de sus fortalezas, logrando en él, un canal hacia su feliz presente; ya que previo a aquello, hubo una etapa de debilidades, fundamentalmente en su preadolescencia, transitadas con dolor y atravesadas por una búsqueda de aceptación de los demás.
Una charla sanadora que lo marcó por siempre…
Todo transcurrió hace casi una década atrás, cuando sus días aciagos, buscaban un contrapunto, que no encontraban su eco…hasta que una tarde cualquiera, con el afán de ayudar con sus conocimientos informáticos a su maestra de entonces, llamada Lili; mantuvo con ella un diálogo revelador, pero no menos sanador.
“Me di cuenta que no tenía que sentirme mal de ser diferente; yo en esos días les reclamaba a mis padres todo el tiempo. En un momento llegué a jugar fútbol, cuando no me gustaba, pero lo hacía para agradar a los demás”, recordó.
“Pero esa charla me ayudó a hacer un click y me di cuenta, que lo que yo veía como una debilidad era mi mejor armadura y la mejor oportunidad de defenderme ante el mundo y así avanzar para ser feliz”, expresó contundente, agregando que aquello le dio una mirada y postura ante la vida, absolutamente empática, con una necesidad cabal de ayudar a quienes pasan por idénticas situaciones. (audio).
La palabra comprensión, más que transversal, es decisoria, en la manera en que Federico pudo canalizar el desdén que lo embargaba otrora, “…entiendo que ellos cumplían estructuras sociales y no pudieron de otra manera”. Aclarando a posteriori, enfáticamente, que en la actualidad con aquellas personas que alguna vez no hubo entendimiento, hoy los encuentra mirándose con respeto y aprecio.
Conociendo a Federico & su desafío a sí mismo
“A los 12 años supe que quería dejar huella y ahí me lo propuse y en eso he venido trabajando”; claramente unas palabras que lo definen de principio a fin.
Corroborado aquello, con este presente pandémico, que más que apaciguar su tenacidad, la redobló; “la cuarentena para mí es un desafío, los jóvenes tenemos esa visión de aprovechar un problema y transformarlo en una oportunidad”.
-¿Qué trabajo social iniciaste en estos meses especiales?
-Ayudo a la gente de mi pueblo con un escritorio en el hall de mi casa, obviamente tomando todas las medidas sanitarias; me gusta asistir a las personas y con los conocimientos que tengo de mis estudios en derecho, los ayudo en dudas que tengan, por ejemplo sobre el IFE. También comencé un programa de radio, porque me gusta comunicarme, así que lo pensé informativo, pero dinámico. (audio).
“Yo siento un compromiso para con la gente de mi ciudad y una deuda en el sentido positivo, quiero devolver a Lucas González lo que muchas de las personas me han transmitido y dado”, dijo a corazón abierto.
Su familia, un pilar imbatible
Si bien podríamos decir que para todos los seres humanos, el vínculo maternal es intransferible e inconmensurable; en el caso de Federico, no fue la excepción; incluso desde el instante mismo de su nacimiento, ya que juntos sellaron aquella primer noche de vida; habiéndole transmitido ella quizás, en aquellas horas, esa buena ambición que debe primar en la vida de toda persona.
“Mi mamá fue la única que estudio una carrera universitaria, avanzó en la profesionalización, ella es licenciada en enfermería, siempre desde chicos nos decía, tienen que estudiar una carrera universitaria”.
“Crecí en una familia con mucho amor y es lo que quiero transmitir el día de mañana, cuando tenga mi familia”, expresó, dejando en claro también que la figura paterna y la presencia de su hermana mayor y su hermano mas pequeño, son fundamentales y pilares de su completitud.(audio).
La insistencia de su madre ante la necesidad de capacitarse, si bien se convirtió en su legado y en su estandarte; también fue siembra y cosecha de su sapienza, como lenitivo ante el dolor.
Estudio y servicio como pilares de su juventud
-¿Tenés pensado radicarte en una gran urbe, en un futuro?
– No, creo que los jóvenes como agentes de cambio tenemos que impulsar los cambios desde donde estamos, nunca vi limitante vivir en un pueblo chico, lo veo como una oportunidad, me permite tener cercania con la gente y eso no lo quiero perder. (audio).
Mencionando también que las herramientas que dan los estudios letrados, ayuda a una tener una mirada más amplia y articulada, de nuestra contemporaneidad.
Una última pregunta de nuestra parte, obtuvo una respuesta que selló su mensaje “al portador”.
-Federico, a lo largo de toda nuestra conversación, hablaste de tu necesidad de ayudar cuando reconocés la necesidad de los otros, de tu solidaridad para con los que padecen o han padecido bullyng, de la importancia del saber para sanar. ¿En toda esta actitud de vida tan empática que te define…qué lugar ocupa Dios?
-Todo lo que hago lo encomiendo a Dios, soy cristiano y ÉL ocupa un rol fundamental en todo lo que hago; esa frase que dice Uno propone y Dios dispone, no es aleatoria; a mi Dios me ha acompañado y acompaña muchísimo.
Su representación a la provincia, a través de sus estudios en Universidad Siglo 21
Universidad Siglo 21 es una calificada universidad privada, cuya misión, según esgrime desde su portal educativo, es la de formar líderes emprendedores que contribuyan a aumentar la eficiencia y competitividad de las organizaciones públicas y privadas donde se desempeñen.
Año tras año, organiza una actividad intrainstitucional, en la que participan los mejores promedios de todas las sedes del país, aquella se denomina “Árbol de la Convivencia”.
El sentido de este encuentro, si bien es absolutamente simbólico, busca a través de un trabajo mancomunado; llevar a cabo una concientización, reflejada en la idea de convivencia, integración y federalismo.
Fue en esta actividad educativa, que Federico Moreno, estudiante de la sede local de esta Casa de Altos Estudios, a través de la modalidad virtual;coordinada departamentalmente por Andrea Skerk; que representó a toda la provincia y donde claramente, el nombre de Victoria, fue protagonista.
RESUMEN DEPORTIVO
