Esta ciudadana victoriense cuya educación y elegancia son conocidas en el inconsciente colectivo de las siete colinas, es la protagonista de nuestra Sección Mujer de esta semana.
Integrante de un matrimonio ejemplar junto al recordado Ruben Reggiardo, su gran compañero de vida que partiera hace poco más de tres años, ese mismo año en el que iban a cumplir sus Bodas de Oro; pero fundamentalmente madre de Beltrán y de Carola, quien le ha dado una bella nieta de nombre Milagros.
Dueña y señora del Complejo Rural El Cerrito, lugar que alberga su vida desde siempre y la ha sostenido en las distintas metamorfosis vividas a través del tiempo; Alicia lleva ya casi tres décadas dedicadas al turismo rural. Si bien los comienzos no fueron fáciles, el mismo destino la ayudó a elaborar su presente empresarial en el rubro.
“ Te diría que todo empezó cuando mis hijos eran adolescentes y Beltrán no quería ir al campo, así que pasábamos las vacaciones y algún fin de semana , pero a la vez yo pensaba que podía hacer con esa casa grande y linda y que lamentablemente no era utilizada, así fue que pensé una alternativa, por lo que me conecté con María Elena Sobrero (victoriense radicada en la capital provincial), que en aquel entonces se dedicaba al turismo de caza con extranjeros”.
Si bien los albores de la actividad no fueron fáciles, ya que el camino marketinero no estaba llano, era por entonces una Victoria sin viaducto; igualmente supo abrirse camino con paciencia y tesón.
“Comencé a apuntar al turismo nacional con el tiempo, antes del puente era difícil la difusión, durante mucho tiempo recorri agencias de turismo, hice carpetas, pero en verdad no se interesaban”, comentó.
Hay que destacar que los pioneros en el turismo rural fueron los porteños, ya que esas estancias de ensueño que se encuentran en la provincia de Buenos Aires, con el correr de los años las nuevas generaciones tuvieron que evaluar alternativas para sostener esos cascos, por lo que se fue imponiendo el turismo rural; pero la llegada del Puente Victoria Rosario hizo que esa idea se trasladara a la región.
“Mis primeros huéspedes fueron los integrantes de una familia porteña y yo estaba fascinada, hice oportunamente la reserva por teléfono, ya que no se usaban por entonces las redes y así comencé con el turismo nacional”.
- ¿Cómo fuiste aggiornandote en el tiempo para trabajar calificadamente en el rubro turístico rural?
- Los comienzos no fueron fáciles, pero luego empezaron algunas exposiciones y la Casa de Entre Ríos en Buenos Aires comenzó a hacer algunos encuentros y asi poco a poco fue llegando gente.
- ¿Cómo fue el paso en tu caso del turismo de caza al rural?
- Los extranjeros venían en invierno, a ellos sólo había que hacerles una buena comida, ya que después estaban todo el día fuera del complejo y después en el verano prácticamente no venían y en el caso del turismo nacional, es otra cosa porque hay que buscarles entreteniemientos y el boom fue cuando se abrió el puente, necesité otra casa de huéspedes porque me quedé corta.
Un revés del destino que se transformó en una casita de “flores”
Y como en la vida hay mucho de causalidad…corría el mes de noviembre de 1995 y Alicia junto a su compañero de vida Rubén se encontraban mudando sus vidas al Cerrito, cuando irrumpió el llamado de Rafael, ese señor con nombre de arcángel, que “casualmente” significa Medicina de Dios, quien le dijo contundente del otro lado de la línea y sin mediar posibilidad a una negativa que el 4 de junio de 1996 llegarian huéspedes extranjeros , tres matrimonios que venían a cazar patos y palomas.
Si bien en un primer momento provocó cierto desconcierto en Alicia, ya que el ajetreado presente no le permitía avisorar el abanico que se abría, pasado el tiempo se dio cuenta que la llegada de esos huéspedes norteamericanos ayudó a la creación de la actual “casita de las flores”, hoy ya instalada en el complejo.
Así lo relató Alicia en primera persona, “en 1995 nos fuimos a vivir al campo Rubén y yo, para ese entonces yo ya trabajaba bastante con extranjeros, un día de noviembre de ese año me llamó quien se encargaba de traerlos, para decirme que el 4 de junio del año siguiente había cerrado con un grupo de seis extranjeros, yo le dije en un primer momento que no porque me estaba mudando, pero él me dijo que ya estaba todo cerrado, finalmente accedí y en verdad ni él sabe el como me ayudó, empecé a ver como hacer, así pensé en la que era la casa del encargado y así fue que en esa semana nos trasladamos a esa casa y nos gustó tanto que la refaccionamos y hoy es la Casita de las Flores; pero fundamentalmente eso me abrió los ojos que se podía hacer algo más”
Completa el complejo rural otra casa “El rancho”, la cual es muy requerida por su bondadosa vista a la amplitud del campo.
“Yo me fui abriendo camino sola, luego sí el turismo en Entre Ríos comenzó a explotarse, en una época se le daba mucha importancia, desde la provincia teníamos reuniones capacitaciones, incluso se hizo un relevamiento oportunamente, se visitaban las estancias para ver y hacer una especie de control; me capacité leyendo y con mucha práctica”
-¿Desde tu lugar y experiencia qué priorizás en tu actividad?
-Lo principal para mejorar cualquier clase de trabajo o empresa es ponerse en el lugar del que viene y preguntarse cómo se sentiría uno, si uno es observador te das cuenta cuando una persona se siente bien; lo prioritario es la atención, puede haber confort pero si la atención no es buena, la gente no vuelve.
Rubén Reggiardo, esposo, amigo, compañero… “los dos juntos a la par”
Alicia y Rubén entrelazaron sus corazones cuando contaban ella 16 y él 17 adolescentes años de vida, estuvieron juntos en la tierra hasta el 2014 cuando el destino le dijo a Rubén “hasta acá”; pero unidos eternamente en el universo de las verdades infinitas a través de Carola y Beltrán.
“Siempre me acompañó en todo, si bien a él mucho no le gustaba el que estuvieran en nuestra casa, no se resignaba a que alguien venga a nuestra casa, cosa que yo entiendí más y entiendo que es un negocio y ya estoy acostumbrada, en las casas de huéspedes es más sencillo porque hay independencia, él se encargaba de la parte entretenimientos, de los caballos y yo hacia el resto”.
Para finalizar Alicia hizo su petit homenaje a esta ciudad de la que nunca se fue y en la que discurrió su infancia, adolescencia, juventud y actuales años de vida …vasta autoridad para decir “Victoria es como mi casa, me siento contenida, es como estar -rodeada de Victoria-“.
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