Historia de negros…..en las siete colinas

 Este país “crisol de razas”, fue también muy perverso con algunas culturas, entre ellas los pueblos originarios, y los negros. Sin embargo movimientos culturales trabajan en la recuperación de estas culturas, revalorizando su aporte al presente nacional.

Ritmo de tambores

El viernes 5 de mayo, en el Salón de Usos Múltiples de la Sala Municipal del Cine Teatro Victoria se realizó un taller sobre Cultura afro y la influencia en la música de argentina, a cargo del profesor y músico Claudio Abraham. “La idea es visibilizar cosas que están internalizadas y que son de raíz africana y que ni siquiera sabemos”…, manifiesta este gualeyo que viviera algunos año en Victoria.

“La cultura africana dejó muchas huellas en nuestra cultura, desde palabras, y si bien hay opiniones encontradas, también lo hizo en la música. El tango, el malambo, y hasta los mismos toques de chamarrita muestran una extrema relación con el candombe, también lo percibo en el tango liso de principio del 1900, y en la milonga”, comentó.

El encuentro, organizado por la Escuela de Artes Visuales convocó a un buen número de asistentes.

Una cultura que sale a la luz

La comunidad negra en Argentina ha sido una de las más ignoradas en el continente americano. En la actualidad, esos hombres y mujeres que hace años eran evidentemente negros han ido diluyendo su color con el paso del tiempo y la descendencia procedente de su unión con otras razas. Durante más de un siglo se instrumentaron  mecanismos ideológicos, políticos y sociales para ocultar esta presencia negra.

En América

Los negros llegaron a América como esclavos, a través del comercio negrero que en el siglo XVIII tuvo un gran auge. Aunque la cifra no se puede determinar a ciencia cierta porque al margen de la trata de los negros controlada por la corona española en el virreinato de lo que era el Río de la Plata, hubo mucha introducción de esclavos negros de manera ilegal.

En Argentina

En 1883, José Ingenieros, uno de los sociólogos más importantes de Argentina decía que en Buenos Aires no había negros por la calle, que ver un negro era objeto de curiosidad, pero lo cierto es que  la ciudad de Buenos Aires fue uno de los principales puertos donde llegaron los barcos que partieron del continente africano. Según el padrón de 1778, de un total de 210 mil habitantes, por lo menos 80 mil eran negros, mulatos y sambos. Hacia 1810, uno de cada tres porteños era negro. Una fuerte política de invisibilización y de genocidio impulsada en el siglo XIX llevaría al panorama que describía Ingenieros.

En la Provincia

Al reconocimiento del aporte africano a la sociedad entrerriana se le ha prestado poca atención, por considerárselo numéricamente reducido y con escasas repercusiones en nuestro pasado histórico-cultural, pero de ninguna manera estuvo ausente.

La semana pasada se presentó importante trabajo de investigación sobre afrodescendientes en Entre Ríos , en el marco de las actividades por la conmemoración del año del Centenario del Museo de Ciencias Naturales y Antropológicas Profesor Antonio Serrano, organismo dependiente de la Secretaría de Cultura de la provincia. En la oportunidad se llevó a cabo la presentación de un trabajo de investigación sobre la comunidad afro-descendiente realizado en la localidad de Ingeniero Sajaroff, departamento Villaguay. Dicha actividad formó parte del programa del IV Encuentro Afroargentino del Tronco Colonial Tambor Abuelo, que contó con diferentes propuestas para la comunidad santafesina y entrerriana.

El encuentro, que se llevó adelante en el salón de conferencias del Museo, reunió a diferentes organizaciones de distintas provincias de nuestro país, como la Casa de la Cultura Indo Afro Americana Mario Luis López de Santa Fe , Misibamba de Buenos Aires, Córdoba Morena de la ciudad de Córdoba, A.FRO.CH de Chaco y Cofradía San Baltasar de Corrientes. También contó con el aporte de periodistas, investigadores, músicos y público en general que acompañó con mucho interés toda la jornada.

En este marco, un equipo de profesionales del Museo conformado por el arqueólogo Alejandro Richard, Juan Marco Quiroga, Cristian Lallami y Joaquín Fontana, presentaron el trabajo de investigación “Cuando la oralidad devela los matices de la historia: arqueología histórica en torno a la comunidad afro-descendiente de Ingeniero Sajaroff (departamento Villaguay)”.

Para la ocasión, los investigadores realizaron la exposición de todo el recorrido de trabajo realizado en torno al “Cementerio de los Manecos”, lugar donde se encuentran los restos de integrantes de una serie de familias negras que llegaron al país desde Brasil hacia 1850, escapando de la esclavitud, y cuyo patrimonio cultural inmaterial se mantiene en el relato y prácticas culturales de distintas familias del lugar.

Queda pendiente para una próxima nota, la charla con el profesor  Ángel Harman, de Concepción del Uruguay, que en dicha oportunidad expuso sobre “Historia Afro en el Litoral”.

Los negros de La Matanza

Para aportar al tema recurrimos al trabajo del profesor de Historia, Damián Castro, “La Esclavitud en la Matanza – Victoria en la primera mitad del siglo XIX”,  que puede consultarse en el Museo “Carlos Anadón”.

Como en la mayor parte del país, la población negra en Victoria tuvo una participación en la primera mitad del siglo XIX en las actividades económicas, destacándose en el trabajo de la hacienda agrícola-ganadera y en las actividades domésticas. Además de estar presentes en el proceso de formación del Estado Nacional, participando en las guerras de independencia al mando de caudillos locales, como Juan Ventura Zapata que incluso tenía una milicia de negros, y en las luchas civiles entre  Unitarios y Federales. Según concluye la investigación de Castro, la esclavitud estaba en manos de estancieros, hacendados, funcionarios, y comerciantes y que su número dentro de nuestra población no fue masiva debido, entre otros factores, al costo de la misma, pero posiblemente, luego de Paraná, La Matanza fue el centro con mayor cantidad de negros.

Hay importantes registros de la presencia de negra en nuestra zona, que empezó a disminuir en los últimos años previos a la sanción de la constitución nacional en 1853, año donde desaparecer formalmente el régimen de esclavitud en nuestro país. La monografía da cuenta que  en el censo de 1820 en La Matanza reveló 14 personas sometidas al régimen de esclavitud sobre 187 que vivía en la villa, y 1837 en el departamento. Estos eran censados con el apellido de la familia a la que pertenecían, como María Espinosa, Catalina y Paula Pérez, Dionisio Hereñú, Narciso Gaete, Cesarego Echeverría, Polonio Herrera, Bernarda Bordón, y Rufina Bordón. En cuanto a los lugares de donde eran originarios, en su mayoría eran africanos de Bengala, Mozambique, Angola, y solo en algunos contados casos de Portugal.

El negro ocupaba el último eslabón social y estaban excluidos de la enseñanza de las primeras letras, pero hay casos en que eran enseñados en la religión católica.

Las fuentes del trabajo de Castro son variadas pero sobresalen, Censo de Esclavos de la Provincia, libro de defunciones de parroquia Nuestra Señora de Aránzazu, Historia de La Matanza – Victoria  de María del Carmen Murature de Badaracco y Carlos Anadón, Historia de Entre Ríos, y  censos de esclavos, libros de bautizmos.

Para los interesados en el tema, este y otros trabajos pueden ser consultados en el Museo “Carlos Anadón”.

Aportes a la lengua

Es importante el aporte realizado por el pueblo afro respecto a la lengua, como arrorró, batuque, bombo, bujía, cafúa, candombe, conga, dengue, malambo, mandinga, marimba, marote, matungo, mina, milonga, mondongo, mucama, quilombo, tango y tarima”.




RESUMEN DEPORTIVO

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here