El fantasma de los despidos masivos y el cierre de empresas privadas se está adueñando de la realidad social nacional, provincial y local y para muestra sólo basta ver por ejemplo el cierre de la Clínica España, en la ciudad de Paraná donde setenta familias quedaron en la calle, el cual fué anunciado a mediados de mayo por el administrador del nosocomio Sergio Valín, en audiencia mantenida en el Ministerio de Trabajo y de la que participaron los trabajadores junto a miembros de Atsa (Asociación Trabajadores de la Sanidad Argentina).
Justamente por ese motivo y para conocer la situación por la que está atravesando el Policlínico local, desde el programa “Burro de Arranque” por FM 90.3 habló el Doctor Carlos Garbelino con el periodista Sebastián Firpo.
– ¿Doctor, es tan difícil mantener la salud privada?
– Es muy complejo es todo un trabajo que en el día a día es estar sentado sobre los números, porque uno puede mantener la puerta abierta de un sanatorio en base a los números, nosotros gracias a Dios pudimos sanear la economía, estamos navegando en un mar tranquilo, el día que salga un oleaje nos va a hundir, en el noventa y cinco por ciento nosotros trabajamos en base al pago de las obras sociales, cuyo aumento es una pelea, una discusión permanente, por ejemplo llegan los aumentos de los insumos en el mes y las obras sociales te van a pagar a los noventa o ciento veinte días el aumento que te están dando.
La adversa situación en salud en la provincia
“Yo estoy en la mesa directiva de la Asociación de Clínicas de la provincia y escucho todo el tiempo en las reuniones los problemas que tienen, la Clínica España en Parana cerró, en Gualeguaychu otro, el único sanatorio privado de Villaguay había cerrado y ahora fué reabierto y de los cincuenta y cinco, cincuenta y ocho sanatorios privados de la provincia están todos con problemas económicos, con moratorias, con falta de aportes”, relató Garbelino, pero bien informado respecto de la preocupante situación en este rubro dentro de la provincia.
El Policlíno en cifras y el flagelo de la inflación
“Para tener una idea de cifras, yo saqué unos números para que veas lo que es la inflación, saqué el gasto de los diez más importantes proveedores de medicamentos de sanatorios, veníamos pagando ciento cincuenta mil pesos en enero, ciento sesenta mil pesos en febrero y en marzo trescientos sesenta mil pesos, entonces saqué un promedio de los tres meses y el aumento que tuve en medicamentos de enero a marzo, fué del sesenta por ciento”
El diálogo con las obras sociales, tampoco es cosa fácil según Garbelino, ya que con algunas se puede dialogar, pero otras se llevan el mote de autoritarias, impidiendo así un acercamiento al diálogo.
Además el directivo del Policlínico dejó en claro que hay que tener en cuenta lo que es el mantenimiento diario, que conlleva pago de servicios e insumos, “ en cuanto a la luz un solo medidor pagaba diez mil pesos, ahora pago veinte mil; la comida aumentó un treinta por ciento, el oxígeno que es fundamental pagábamos dieciocho mil pesos en enero, veinte mil pesos en febrero y en abril treinta seis mil pesos”
Garbelino finalizó recalcando que en la salud se puede andar bien sólo cuando no hay inflación, ya que además de costos ellos deben esperar siempre el pago de las obras sociales, los cuales se realizan a los noventa o ciento veinte días de realizadas las intervenciones y demás consultas y prácticas, “ en la salud podes andar económicamente bien cuando no hay inflación, hoy en el mes de junio por ejemplo hacemos una operación y la vamos a cobrar en septiembre u octubre, si yo tengo una inflación del siete y ocho por ciento, hay que tener en cuenta que el medicamento que yo tengo que usar para la anestesia hay que pagarlo al contado”.
Un final con una frase fuerte pero real
“El peor cáncer, permitime esta expresión es la inflación”, expresó enfático Garbelino.
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