Cada vez que un turista desprevenido se llena los ojos de asombro al ver a la banda municipal de música “Sebastián Ingrao”, un profundo orgullo nos hace querer seguir siendo de Victoria. Sabemos que su pintoresca presencia es una invite que replica de turista en turista. Por esta razón, lo sucedido el pasado 13 de mayo, que fuera tema de tantas polémicas, cuando los músicos se plantaron ante el intendente Domingo Maiocco, con intenciones de no tocar en los actos centrales, abrió un debate sobre la realidad que estaba viviendo la institución. Aunque lo cierto es que los temas no son nuevos. Vienen de arrastre de gestión en gestión, con falta de instrumentos, de músicos, de instalaciones para los ensayos, de presupuestos, y hasta falencias en el semillero, como la Escuela Municipal de Música “Justo José de Urquiza”, tema que abordaremos en posterior informe.
¿La gota que rebalsó el vaso?
El desencadenante principal del conflicto fue el traslado del músico Ángel Osuna, saxo alto, a otra área municipal, dejando una vacante, por el momento imposible de ocupar. Osuna, profesor de la escuela de música y licenciado en saxo, hace tiempo había manifestado sus intenciones de alejarse de la banda, algunos dicen, por falta de reconocimiento a su formación por parte del director Hernán Sánchez. Así, de la mano del área de Cultura, Osuna presentó un proyecto para una nueva Banda Juvenil (ya hay una que dirige Sánchez y que no se presenta casi nunca), y en este área es donde se encuentra trabajando.
En medios televisivos, el director de la Banda, argumentó el accionar que impulsó la semana pasada en la falta de respuestas del Ejecutivo a los pedidos de indumentaria y a la compra de elementos para los instrumentos. Lo cierto es que varias de las afirmaciones de Sánchez, o tuvieron intencionalidad política, o por lo menos desconocimiento y por consiguiente fueron apresuradas, ya que el propio intendente confirmó que le comunicó verbalmente a Sánchez, la salida de Osuna, y antes del 13 estaba definido administrativamente el nuevo destino del músico. Por otra parte, y se adjuntan las pruebas, la solicitud de provisión para la compra de los elementos musicales data del 27 de abril, y la de indumentaria del 12 de mayo. De esta forma queda claro que la falta de diálogo que se argumentaba no era cierta y expuso a todos los músicos de la banda a una posible sanción.
Replanteos
Más allá de lo expuesto más arriba, hay que decir que la situación de la Banda merece ser seriamente analizada y ponerse a trabajar para prestigiar a esta institución tan querida. No es posible que recién ahora se vean vidrios rotos, las salas de ensayo sin calefacción, la falta de movilidad, el abandono edilicio. Esta gestión no puede hacer la vista a un lado, aunque pareciera que quienes dirigen los destinos de la banda, miraron bastante para otro lado en años anteriores. Sería interesante recuperar la subcomisión que hace diez años se creó para recaudar fondos, cuyo tesorero era Sánchez, y que integraban músicos y gente de la comunidad, y que poco a poco se fueron yendo. De paso analizar qué destino tuvieron esos fondos durante estos años.
La falta de remplazante en algunos instrumentos también deja al descubierto falencias de formación, y tal vez sea hora de ver cómo se forman los futuros músicos y qué hacer cuando faltan especialidades, como sucedió ahora. La formación es fundamental para el futuro de la banda, y también para el presente de los músicos actuales.
¿Tienen sentido las retretas en las plazas con cinco espectadores?…¿Están acordes los sueldos de los músicos con su trabajo y formación?…Las preguntas siguen y es hora de animarse a preguntarlas y es un desafío ineludible salir al encuentro de las respuestas.
RESUMEN DEPORTIVO
