Alertada por esta circunstancia la mujer puso en aviso a la Policía, que elaboró un operativo de búsqueda del menor, temiendo que pudiera realizar una locura contra sí mismo o contra la joven.
Sin embargo, alrededor de las 2:30 el joven fue visto por los uniformados en Larrea entre Alem y San Martín, manejando a contramano, sin casco, y obviamente sin registro por cuestiones de edad (más allá de que la madre le “prestara” -aparentemente- la moto).
Cuando los policías le dieron la orden de alto, lejos de detenerse el menor aceleró, en contramano, lanzando la moto contra uno de los uniformados, a quien golpeó con la moto, junto a la Chevrolet S10 que funciona como patrullero con el número 1347, golpes que no lo detuvieron, por lo que pudo escapar en la moto.
Alertados los otros móviles policiales que estaban de recorrida en la ciudad, finalmente en los minutos siguientes el joven rebelde desamorado fue interceptado en bulevar Eva Perón entre Constitución y Monte Caseros, donde fue convocado personal de la comisaría del Menor y la Familia para actuar junto a las autoridades judiciales de turno.
Preocupante
Sigue siendo una señal de alerta la visión trágica y terminante con que desde algunos sectores de la adolescencia se mira a los avatares de la vida. No se pretende que una ruptura amorosa, por ejemplo (también podríamos hablar de peleas con los padres, de no tener una moto sin el correspondiente carnet o sin usar casco…), sea tomada como un hecho feliz, pero sí que más allá del dolor se pueda ver que hay opciones que la vida irá mostrándonos, y en esto, en la destrucción de esa visión trágica y apocalíptica ante un revés en los deseos, la educación debiera tener una acción más clara y formativa.
RESUMEN DEPORTIVO
