Si alguien pergeñó una movida política contra Darío Garcilazo en esta intrincada historia de los carnavales, al parecer ocurrió todo lo contrario, ya que es evidente que el Intendente, ante la renuncia de Fullscreen y al ponerse al frente de la organización de los carnavales, salió reforzado en su imagen, tras una acción rápida de reflejos, o lo que es más factible, que haya sabido que esto se venía y no lo encontró mal parado. Así en el mismo instante en que le comunicaba la empresa que no continuaría en la organización, Garcilazo, en plena entrega de la orden Enrique Tomás Cresto, convocaba para primera hora del lunes a todo su gabinete, colaboradores y concejales para hacer frente a lo que él mismo definió como “un desafío”.
La renuncia
Fullscreen envió por escrito las razones de su alejamiento, y entre los argumentos plantearon el dilate de tiempo por los acontecimientos que sucedieron en el Concejo, y problemas con algunos carroceros que atentaba contra la calidad del espectáculo. También dejaron registro de cierta influencia política que perjudicó las negociaciones con las expresiones.
Si bien se encuentra en Asesoría Letrada, el contrato entre la Municipalidad y Fullscreen permitiría la opción de que una de las partes decida unilateralmente terminar con el mismo, por lo que la empresa no tendría un compromiso económico con la Municipalidad, “En la próxima semana estaremos enviando al Concejo la cancelación del contrato para su análisis”, manifestó Darío Garcilazo esta semana en una extensa entrevista realizada por Sergio Retamal donde dio varios detalles que conforma esta nota.
En la emergencia
Tal cual lo previsto el lunes primera hora el Intendente se reunió con su equipo y en primera instancia se conformaron tres equipos: uno artístico, al frente de Eleonora Poles que tendrá a su cargo regentear los trabajos de las expresiones y cuidar que lo que se presente este a la altura de lo acordado; uno Logístico y Operativo a cargo de Fabián Daydé, tal vez el más pulido en el funcional del carrusel; y el Económico, que dirigirá Victor Sansberro, que tendrá como objetivo el financiamiento y los recursos.
Los recursos
El corso de Victoria tiene un presupuesto cercano al millón y medio de pesos, según reveló el Intendente, de acuerdo al informe de los ya ex organizadores, y esta semana se cerraban los acuerdos con las expresiones para comenzar con el primero de los tres desembolsos comprometidos por el municipio. Los otros dos serían antes de fin de año y en la primera quincena de enero.
En cuanto a las cantinas, esta semana cuatro representantes instituciones deportivas locales analizaban la propuesta para hacerse cargo de las cantinas que se otorgarían por contratación directa: “Para licitar ya no hay tiempo, si hacemos un llamado a licitación, luego correspondería la comunicación de un plazo de adjudicación, se hace imposible…Pretendemos que quienes tengan las cantinas también se harán cargo de algunos gastos”, dijo el Intendente.
En cuanto a la seguridad se necesitan 60 efectivos policiales, lo que representa 150.000 pesos en adicionales que deberá afrontar el municipio, solo de Jefatura Departamental, falta definir el número de efectivos de prefectura y los empleados municipales que serán afectados a las tareas.
El corso
La primera noche de carnaval sería el 24 de enero, con un total de cinco noches, finalizando el domingo 15 de febrero o lunes 16, para el feriado de carnaval, quedando los días 22 y 28 de febrero como opción por si es necesario recuperar alguna noche. La entrada tendrá un costo de 25 pesos anticipada y 50 en el circuito, “La idea es ver cómo logramos articular el sistema de las anticipadas para que sea más accesible al bolsillo de la gente y evitar al máximo el manejo de dinero en los accesos”, explicó el Presidente Municipal.
En cuanto al espectáculo, se espera que cuente con características similares a la del año anterior en todos sus aspectos. De allí que tal vez el mayor inconveniente no sea hoy el económico, sino el artístico con expresiones que no cuentan con tanto tiempo para presentar los trabajos, y que no se mostraron muy decididas a la hora de cerrar los acuerdo económicos con Fullscreen, “La empresa nos ha facilitado los contratos que estaban acordados con las expresiones y en base a eso nos vamos a manejar”, advirtió el Intendente. Igualmente varios hacedores del carnaval vieron con buenos ojos que el Estado se haga cargo de la fiesta, como el caso de Cristian Hernández, de El Batuque que anticipó que a pesar de las diferencias económicas este año se presentarán como comparsa con el nivel de los últimos años, “Nos parece bueno que la Municipalidad se haga cargo de la organización, nosotros tenemos una alta inversión que no será menos para la edición 2015, igualmente creo que no hay que puede analizar contratar a profesionales para el marketing de la fiesta…Si bien Fullscreen no pudo continuar, hay que reconocerles que con ellos el carnaval de Victoria estuvo en la televisión y en las revistas, lugares donde antes nunca habíamos accedido”, reflexionó Hernández.
Terror do Corso
Fueron los primeros en contactarse con el Intendente y volvieron a la arremetida de la mano de la Mascarada realizada el pasado domingo, con la idea de un corso gratis en plaza San Martín. Al respecto el Intendente desestimó esa posibilidad pero adelantó que del encuentro surgió la idea de que todos los domingos se realicen mascaradas en la plaza a modo de promoción y alternativa turística para el fin de semana.
Todos han fracasado
“Esta comprobado que la participación del privado en el carnaval no es factible”, dijo el Intendente quien repasó la historia de la fiesta en una especie de “antología de fracasos”, “Después que el Estado no puso hacerse cargo, la organización quedó en manos de clubes, Centro Comercial, Sindicado Municipal, instituciones intermedias y ahora trajimos a la empresa que puso el carnaval de Gualeguaychú en los más alto, y también fracaso…..Cuando hay que conjugar lo económico, con lo artístico y la cultura de un pueblo se hace muy difícil…El que diga que sabe cómo hacer el carnaval de Victoria que me diga porque no es fácil cuando suena la campana y hay que salir al ring…Esto es un desafío que asumimos y si podemos hacer un buen carnaval veremos si puede seguir en manos del Estado”, concluyó Garcilazo.(La nota completa en La Semana)
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