La presencia de Gus de Rosa el pasado 29 de agosto en la sala Municipal Cine Teatro Victoria, fue un intento más del grupo Amigas de la Perrera para concientizar a la población para comenzar a encontrar respuestas al complejo tema de los perros callejeros. De Rosa presentó su libro “Todos eran mis perros”, y entre lecturas y anécdotas puso su grano de arena para hacernos reflexionar como sociedad sobre la tenencia responsable de mascotas. Lamentablemente la asistencia de público no fue importante, y quienes asistieron , en su gran mayoría, gente que colabora con el cuidado de animales tenían muy claro que es lo que se tiene que hacer, faltaron autoridades, faltaron muchos de los responsables de la situación que vive la ciudad. La Semana , entrevistó al dueño del refugio “Bonita” que hoy cuenta con más de 200 perros y nos contó de sus luchas por una sociedad mejor.
– Las chicas de la perrera le habrán contado sobre el problema que tenemos en Victoria. Estamos a tiempo de encauzar la lucha contra los perros en situación de calle?
– Quiero decirles que no tienen el privilegio de ser los únicos con este problema. Es algo que se repite en Buenos Aires y muchas ciudades del país. ..El problema tampoco es solo de la Argentina, lo mismo sucede en Colombia, México, Costa Rica…Para encauzar el tema de los animales callejeros es necesario asimilar dos palabras “tenencia responsable”. Es un problema principalmente de educación. Envidio ciudades como ésta porque aquí se conocen todos, por eso debería ser más fácil pasarse el mensaje.
– El mensaje no llega. No entra en la población. Qué opción nos sugiere?
– En vez de comprar perros hay que adoptar. No se puede entender que habiendo tres perreras en Victoria, y alguien decide tener un perro en su casa, vaya y lo compre. Un perro mestizo vive 20 años, mientras que un gran Danés por ejemplo vive 7 u 8 . Qué se puede más decir, que las autoridades de cada municipio deberían hacer una campaña de castración masiva… En realidad son dos o tres ítem a tener en cuenta para enfrentar el problema.
– Es que en Victoria en realidad no hay tantos perros callejeros, sino perros con dueños que los dejan en la calle…
– Ustedes tienen un problema cultural. En capital no hay demasiado perros, pero en el conurbano debe haber 10 por cuadras. El refugio mío esta en Moreno, cuando me mudé tenía 40 perros y al poco tiempo llegué a tener 200. Mucha gente para ahorrarse la comida los sueltan a la hora de comer y así se ahorran el balanceado. Por suerte con la edición del libro me están empezando a llamar de escuelas para dar charlas. El 18 de septiembre voy a estar en la Cámara de Diputados para aportar al tratamiento de la ley sobre maltrato animal. Para solucionar este problema es fundamental la educación. Debemos entender que cuando ingresamos un animal a nuestra casa debemos tratarlo como un pariente más.
– Con tantos animales enfermos y abandonados, debe haber visto morir a muchos. Esto lo ha hecho más duro?
– En casa hemos visto morir muchos animales es cierto. Además no realizamos eutanasias, sino que los acompañamos con la medicación. Mi familia ya entendió que Lla muerte es parte de la vida. Pero a pesar de este dolor, siempre hay que incorporar animales a nuestras vidas porque son terapéuticos bajo todo punto de vista.
– Nunca pensó en abandonarlo todo? No se siente preso de su obra?
– Empecé hace 30 años sin pensarlo. En un momento, en el año 2007 tenía 200 perros y todos estaban espectacular, vacunados, limpios, bien alimentados y pensé: “ahora estoy tranquilo, puedo darme el lujo de ir al cine o salir a comer con mi esposa”.., y un día, en las redes sociales empecé a ver más casos en distintos lugares, de perros que no eran mis perros. Por ejemplo una mujer que se muda en Paternal, quería sacrificar la perra porque no entraba en el nuevo departamento, otro que le iban a hacer la eutanasia porque perdió una pata, y crueldades así. Y me dí cuenta que no podía descansar. Entendí que esto es lo que elegí. Hay gente que busca una vida apacible, yo elijo no estar tranquilo. No quiero una vida apacible.
– Y tiene un perro favorito?
– En mi primer libro esta la historia de “Chino”. Era de la mitad a la cabeza era perro policía, y de la mitad para atrás ladrón… Siempre leo esta historia y nunca la puedo terminar de leer, porque fue un perro que me acompañó cuando falleció mi mamá de una enfermedad terminal. Ahora hay un bóxer, muy feo que tiene un gran prognatismo, y me hace acordar al Jorobado de Notredame…Es especial porque lleva la vida con su problema con mucha dignidad. Cuando lo traje, uno siempre cuida que el animal no se escape hacia la calle nuevamente, pero este perro corrió para adentro de la casa…Hasta hoy no hay forma de sacarlo a pasear, porque cree que lo voy a tirar a la calle. “Cesar” es mi preferido, aunque él me eligió a mi. Pero siento lo mismo por los otros 200 que están en el refugio , o los 13 que están en casa porque se encuentran muy delicados.
– Su esposa lo sigue en esta cruzada?
– En el mundo del proteccionismo hay mucha gente divorciada. Y hay más mujeres que hobres, tal vez porque son más piadosas. Siempre se puede ver a una mujer poniéndole comida en la calle a los perritos. Tuve dos matrimonios. En el 2010 concí a Celina , tengo una hija de 30 años de mi primer matrimonio, y hace poco nació Dilma. A Celina le gustaban los perros y me conocía de antes, pero cuando la llevé por primer vez al refugio exclamó : “esto es una locura”, y se quedó congelada…Yo le dije que locura es tener sexo en la primera cita, drogarse, ser mal padre…Esto es otra cosa. En seguida se puso en sintonía, de lo contrario no nos hubiéramos casábamos. Yo no puedo fingir lo que no soy. Soy esto.
– Venimos de tropezar con varias ordenanzas, muchas que no se hacen cumplir. Cómo deberían ser las reglamentaciones?
– Absolutamente estrictas. Vengo de Diamante, donde el intendente sacó un decreto prohibiendo poner comida en la calle. Las proteccionista se enojaron y presionaron Intendente para que la derogara. Cuando lo hizo saltó otra parte de la población pidiendo lo contrario. Los intendentes deben hacer lo que es correcto y no lo que le da votos. Igualmente soy reacio a vivir recurriendo al “hermano mayor”, el municipio tiene que realizar castraciones?, perfecto, pero sos vos el que tiene que tener el perro alimentado y vacunado. Tienen más culpa los tenedores de mascotas que los que ponen las reglas. Un perro exige un esfuerzo mínimo, pero indispensable.
– Estas trabajando en un próximo libro?
– Si, se va a llamar “El Manual”, donde se responde a muchas de las situaciones que me consultaste en esta entrevista, y donde comprenderán que gente como yo no somos locos, sino personas con compasión hacia seres inferiores , y que buscamos una sociedad mejor. (más información en La Semana)
RESUMEN DEPORTIVO
