El objeto era encontrar el tarro de pintura celeste con que se realizaron las pintadas en la plaza, pero en el camino encontraron una cantidad considerable de alcohol, con los más variados trucos para ocultarlos.
Claro que los uruguayos no podían saberlo, pero no es ningún secreto que la Policía de las siete colinas tiene experiencia en la detección de bebidas alcohólicas ocultas, especialmente luego que en años anteriores se realizaran fuertes controles para evitar el ingreso de estas bebidas al circuito del corso, como todos saben en Victoria, así que mochilas, tarros de pelotas de tenis, termos, buzos… los escondites fueron cayendo uno a uno, y vaciadas las botellas por cuestiones relacionadas con la seguridad vial: un colectivo que transporta a un grupo numeroso de personas alcoholizadas constituye un riesgo gratuito en el viaducto, más allá incluso de las previsiones en materia de seguridad deportiva.
Lo cierto es que durante el operativo policial no se registró ningún incidente. Claro que los visitantes no se fueron especialmente felices, pero como se trata de personas que siguen habitualmente a su equipo en distintos partidos internacionales, saben que es parte del “folklore” de la Libertadores.
Finalmente, como venganza divina, la lepra rosarina les ganó 4 a 0, así que los victorienses nos alegramos de que el tarado que nos pintarrajeó los monumentos se lleve lo que para él es el peor de los recuerdos de su paso por nuestro país.
Antecedentes y anticipo
No es la primera vez que hinchas orientales que viajan a Rosario son retenidos y controlados en la cabecera de la unión vial, aunque sí es la primera vez que hacen “miniturismo” en el centro de la ciudad.
El próximo 19 de marzo podría registrarse el paso de una nueva hinchada extranjera por las siete colinas, cuando Newell’s reciba en el coloso del parque a Gremio de Porto Alegre.
RESUMEN DEPORTIVO
