El hecho tuvo lugar en oportunidad de uno de los habituales controles de seguridad, oportunidad en que se la detención del colectivo y el descenso del pasajero, no reconocido como un vecino de la zona, llamó la atención de los uniformados.
Al ser abordado para solicitarle la identificación, el sospechoso mostró un marcado nerviosismo, respondiendo de manera imprecisa y contradictoria a varias preguntas, por lo que se procedió a palparlo de armas, ante lo cual, por su propia voluntad, el sospechoso extrajo de entre sus ropas cuatro paquetitos de plástico conteniendo -según se comprobó más tarde con la presencia de efectivos de Toxicología- cocaína y marihuana, separadas y diferenciadas.
Debido a que las cantidades no son de consideración, el hombre fue trasladado a la jefatura local, identificado fehacientemente, y tras el secuestro de la droga y los trámites de rigor recuperó su libertad, sin perjuicio de la continuidad de la causa.
Más allá de no tratarse de cantidades que sugieran una intención “comercial” ni un tráfico de estupefacientes, si se las considera para consumo personal son dosis que alcanzarían para varios días.
RESUMEN DEPORTIVO
