El hallazgo de la pequeña lo realizó el viernes poco antes del mediodía una mujer que colabora con la iglesia en tareas de limpieza, quien bajo un lavatorio del baño de mujeres -un lugar de acceso público- encontró una caja de zapatos, y al abrirla encontró a la beba, que rápidamente fue asistida con calor humano y cuidados médicos en el hospital.
Paralelamente, la cuestión policial, tendiente a determinar quiénes son sus padres, más allá de que aún sin conocerla y por el carácter milagroso -si se quiere- de su origen ya fue pedida en adopción por una pareja.
La beba tenía al momento del hallazgo entre 24 y 36 horas y se encuentra bien de salud.
En declaraciones a Lt39 el padre José contó sobre la experiencia y pidió que no se juzgue sin conocer la historia que llevó a su abandono.
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