Fantástica noche de corsos

Llegas al circuito ya fue todo un tema, como en las mejores noches de carnaval, con cola para sacar entrada en los distintos accesos y mucha gente disfrazada en el circuito, participando o no del carrusel, muchos viendo el espectáculo para después sumarse a Terror do Corso que como en las noches anteriores sumó largos centenares de jóvenes.
Todas las expresiones se presentaron prácticamente terminadas, destacándose nuevamente la labor de las batucadas en lo que respecta a variedad rítmica y coreografías, al igual que en los distintos cuadros de pasistas y -como siempre- la belleza y encanto de la mujer victoriense.
No deja de ser impresionante la cantidad de “abonados” que tiene el carrusel de Victoria, que cada fin de semana convoca a numerosas parejas y pasistas provenientes de Nogoyá, Rosario y Buenos Aires con el único fin de salir en alguna expresión como Obrigado, Batuque, Arte y Magia… sólo por el gusto de salir en el corso y disfrutar de la noche de las siete colinas.
Una noche como las mejores, que perfila a las últimas tres jornadas del carrusel como verdaderamente prometedoras.
Comparación
En varios sitios sociales se han publicado en los últimos tiempos imágenes de los corsos de los ’80 y ’90.
En ellas se puede ver una notable diferencia en varios aspectos respecto a los corsos actuales. Si bien los corsos de esa época tenían en algunos casos muchas más plumas, los actuales destacan por la complejidad de su elaboración y originalidad de sus diseños, y se observa a simple vista la notable diferencia de la iluminación en favor del actual sistema.
La diferencia en la amplitud del actual circuito es otro punto a favor, aunque sin dudas una de las necesidades que viene poniéndose en evidencia es el ensanche de la calle De la Alegría, así como el replanteo del cableado que está en su ingreso.
El sonido funcionó casi a la perfección, y la continuidad del carrusel mejoró de manera incuestionable.




RESUMEN DEPORTIVO

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