Después de estar quince años agazapada entre cemento, finalmente dio a luz la pileta del Club Deportivo 25 de mayo en la tarde del miércoles 20 de diciembre, donde se invitó a toda la comunidad a compartir tamaña algarabía.
Fueron muchos nombres de mujeres y hombres que formaron parte a lo largo de años de este natatorio insigne en nuestra ciudad, viniendo así a nuestra memoria personas que distinguieron con su sello la esencia del mismo.
Tal es el caso de veinticinquistas como Don Casco, Don Salazar, Cholo Padularrosa, Ebenezer García, Gustavo Pedemonte, Edgardo Pedemonte, Dorita Novelli, Carlos Gómez , entre tantos otros.
Pero también desde lejos otros rindieron su sentido homenaje, tal el caso de la Profesora de Educación Física Cristina Rourich, quien hace ya tres décadas está radicada en El Escorial, España a tan sólo 50km de Madrid, por lo que este semanario se comunicó con esta victoriense de actual vida europea, para recordar sus tiempos en la pileta mayense.
En la actualidad Cristina discurre su vida europea ejerciendo la docencia desde la natación y pilates rehabilitación, la vida le dio hijos mellizos que ya cuentan 32 años (foto), pero como no podía ser de otra manera, su hija se llama Victoria, a través de la cual día a día rinde homenaje a las siete colinas, el pueblo que la vio nacer.
“Mi experiencia en la pileta del Club 25 fue maravillosa, fue mi primer escalón en la docencia en la pileta de 25 y para mi fue maravilloso tuve una recepción buenísima, con el presdente de entonces Ghigino, Cholo Padularrosa que tanto trabajó por y para la pileta, a mí me dejó marcada el club”, expresó nostalgiosa.
Después su vida laboral transcurrió en Santa Fe y en Rosario, para luego sí ya casada emigrar al continente europeo.
“Siempre me he dedicado a la natación, he estado trabajando en San Lorenzo de El Escorial haciendo matronatación, también coordinación de adultos, la natación siempre fue un pilar en mi vida”, destacando en su relato profesional y avezado en la temática de este deporte, que es muy bueno que se incentive la enseñanza de natación en los clubes en ciudades como Victoria, la cual tiene la posibilidad del agua viva, mirando al río.
Cristina al finalizar dejó unas palabras que sellan su sentimiento hacia las siete colinas, “uno es de donde se le quiere, de donde se le recuerda y de donde se le extraña”, en clara alusión a su raigambre victoriense, “yo me siento de Victoria y del Club 25”.
RESUMEN DEPORTIVO