El 21 de febrero cuatro hombres armados, que habían contratado los servicios de un piloto y un avión Cessna para una despedida de solteros, robaron la aeronave del aeroclub Victoria, tras reducir al sereno, a dos pilotos.
A diez días de hecho que puso a la ciudad en la tapa de todos los diarios nacionales, el fiscal que entiende en la causa Eduardo Guaita dijo que por éstas horas se trabaja en el entrecruzamiento de datos de seis o siete líneas telefónicas. De todos modos, adelantó que estos procedimientos demoran, porque una vez registrados, se envían a la ciudad de Paraná, que es donde se hace las verdaderas comprobaciones de la participación o no de los investigados.
Así también anunció que se trabaja con Interpol para la puesta en marcha de un alerta morada. A la policía internacional le ha llamado la atención el modus operandi de los delincuentes. “Si bien ha existido otros robos de avionetas o aeronaves no con estas características, con tanta violencia (por la utilización de armas de fuego, más la cantidad de personas y la circunstancias que se dio el robo) se sospecha que sean extranjeros” dijo.
Es por eso que Interpol solicitó la autorización a la fiscalía para alertar en los 190 países donde actúa el organismo internacional, para conocer si el avión se desarma o se comercializa.
Guaita dijo, que a los responsables de la empresa les intriga el robo de paracaídas y otros elementos como los celulares y cámaras, por lo también se investiga siguiendo esas conjeturas.
El funcionario del Ministerio Fiscal de Victoria, recordó, que al avión robado en Victoria, tuvo un intento de hurto el 25 de noviembre del 2014, en la ciudad de Casilda, provincia de Santa Fe. “Estamos buscando el expediente que está archivado en esa ciudad” resumió.
El jefe de investigaciones de la departamental de Victoria se ha comunicado con los funcionarios policiales de esa localidad que trabajó en ese hecho, para ver si se logra establecer contactos o circunstancias comunes para avanzar en la tarea.
Guaita, dijo, que la falta de elementos de alta tecnología para el rastreo de este tipo de navegación aérea deja sin esperanzas el rastreo. “Me han informado que es muy complicado, hay escasas esperanzas que se pueda localizar, más aun si se vende en partes, ya sea motor, chasis, entre otros elementos. Es muy difícil que aparezca el avión. Una vez que pasó la frontera se pinta de otro color y se utiliza para trabajos de contrabando” arriesgó.
La investigación, desde la fiscalía, recorre diferentes teorías vas desde la relación con el narcotráfico o cuestiones menores, entre las que sugieren las víctimas del robo. “Este robo tiene características especiales: una de las personas que revisó es un piloto de avión; es la diferencia de una banda que se dedica a robar autos u otras cosas. Son elementos a tener en cuenta al momento del rastreo, como tratar de conocer donde está formada esta banda o si han participado en otros ilícitos similares”
Conjeturas
Matías Aresca, integrante de la Asociación Civil Paracaidismo Victoria, empresa de lanzamiento de paracaídas de Rosario, dialogó con Lt 39 donde infirió, que el asalto buscó dañar la empresa que preside. “No nos cierra que los ladrones se hayan llevado los paracaídas, para qué quieren un montón de telas”. No puede afirmarlo pero intrigó por lo que los investigadores analizan otras teorías. El hombre dijo también que la máquina no tenía seguro contra robo y recordó el intento de sustracción en Casilda que se vio frustrado por la falta de combustible para finalmente anhelar reencontrarse con su avioneta “no muy destrozada”.
(La Nota completa en La Semana)
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