El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) dio a conocer esta semana la primera cifra de desocupación del nuevo Gobierno. El porcentaje fue del 9,3 por ciento para el segundo trimestre, muy por encima de la última cifra difundida por el organismo en el tercer trimestre del año anterior, cuando estaba intervenido por Guillermo Moreno y arrojó 5,9.
Según los datos aportados por el organismo la desocupación más alta fue en Gran Rosario (11,7%), Mar del Plata (11,6%), Córdoba (11,2%), y partidos de Gran Buenos Aires (11,2%). En el extremo opuesto se ubicó Comodoro Rivadavia (2,4%).
Los datos laborales del último trimestre del año pasado fueron suspendidos luego de que el director del ente, Jorge Todesca, nombrado por la administración de Mauricio Macri, declarara en diciembre de 2015 la emergencia estadística.
“No se incluyen datos de trimestres anteriores dado que, conforme a la emergencia estadística, el Indec ha dispuesto que las series publicadas con posterioridad al primer trimestre de 2007 y hasta el cuarto trimestre de 2015, deben ser consideradas con reservas”, aclaró el ente estadístico.
Victoria en números
En las Siete Colinas hay 480 empresas registradas, y un universo de trabajadores “en blanco” que fluctúa en los 3 mil. Según datos extraoficiales el número de bajas y altas de diciembre a junio del 2016 se mantienen equilibradas, por lo que no serían significativas para las estadísticas. Sin embargo, las estrategias de algunas empresas dejan al desnudo otra realidad. Un frigorífico y una planta productora de materiales para la construcción, adelantaron las vacaciones en forma obligatoria a gran parte del personal, en primera instancia por exceso de stock, generando incertidumbre en una importante masa laboral.
Los que nunca aparecen en los registros son aquellos que se desempeñan en trabajos no registrados, pero el pulso de sectores relacionados al mercado laboral, advierten que es justamente en este universo donde más ha caído la ocupación. La dependencia a los planes sociales, mejores controles, y un escalofriante panorama de juicios laborales serían los factores determinantes.
Los comercios se Victoria recibieron el golpe
En el último semestre 38 negocios se han dado de baja, 12 se vendieron, y 40 abrieron sus puertas. En este último punto con una salvedad: la mayoría de los nuevos emprendimientos se dan en los barrios – primero y cuarto cuartel – , y podrían ser la consecuencia de la inversión de indemnizaciones.
“Teníamos esperanza en el fin de semana del Día del Niño, pero a nivel nacional las ventas cayeron un 5.2 por ciento, y en la ciudad también se notó una disminución en las ventas”, señaló Daniel Reffatti, presidente del Centro Comercial Victoria, e integrante de la Came. La entidad que preside Reffatti fue el primer órgano de la provincia en reunirse con el Gobernador para solicitar su intervención. “La preocupación de la Came es que empiece a haber soluciones a nivel macro económico…Hoy las pymes carecen de financiamiento, y los costos de las tarjetas de crédito son altísimos”, sostuvo el dirigente. A la problemática sumó la presión tributaria “asfixiante”, el aumento de los alquileres, y el aumento de tarifas. “Entendemos que se vivió años de subsidios, y que las tarifas están atrasadas, pero acá en Victoria hay negocios que recibieron boletas de 20 mil pesos de luz, esto es imposible de pagar”, sostuvo.
El negocios de los bancos
Cada vez son más los comercios que en Argentina reciben pagos con tarjetas de crédito y débito, y más las personas que tienen una tarjeta y deciden realizar los pagos con este medio. Ya sea por inflación, por promoción, o por conveniencia, las tarjetas son parte de la economía y más todavía de la vida diaria de un comercio. Aceptarla es un casi una necesidad para cualquier comerciante, pero no todo lo que reluce es oro. En el mundo, las comisiones de Tarjeta de Crédito son del promedio del 0,75 % al 1 %. En Argentina se triplica la transferencia de recursos económicos de venta minoristas al sistema financiero. “Los bancos privados se llevan millones, esto es vergonzoso. Cuando en todo el mundo se cobra el no más del 4 por ciento, en nuestro país se paga el 50. Y en tema de gastos se cobra el en el mundo un 0,5, y en la Argentina el 3”. Así ejemplifica Reffatti la falta “de freno” a las instituciones bancarias, y uno de los flagelos que tienen que enfrentar los comercios.
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