Nació el 31 de enero de 1908 en la provincia de Buenos Aires, Partido de Pergamino. Entre sus antepasados se encuentran indios, criollos y vascos.
Durante la adolescencia adoptaría el seudónimo que lo acompañaría para siempre: Atahualpa Yupanqui.
Jugó al fútbol, practicó el boxeo, la esgrima. Militante del Partido Comunista argentino en los años en que el carné de afiliado era un pasaporte seguro a la persecución de la que Yupanqui se libró a costa del exilio.
Este hijo de un empleado de ferrocarril, es uno de los mayores referentes de la música folklórica argentina.
Compositor, guitarrista, cantante y escritor, ha dejado una obra cuyo conocimiento es esencial para acercarse al paisaje musical argentino, así como a sus costumbres, su entonación y su memoria.
Yupanqui interpretó sus canciones no sólo en Argentina, cantó con Edith Piaf en París en el año 1948 y dio cientos de conciertos en varios países europeos.
Vivió durante un tiempo en París. El Payador perseguido, primero en forma de disco y luego de libro, es su obra más completa.
En 1965 apareció El canto del viento, un libro en forma de ensayo. “El arriero”, “Trabajo, quiero trabajo” y la milonga “Los ejes de mi carreta” son tres de sus canciones más populares en todo el mundo.
Desde la Coordinación de Cultura y Turismo del Gobierno de la Ciudad de Nogoyá, deseamos recordar la figura de quien fue considerado el más importante músico argentino de folclore. Sus composiciones han sido cantadas por reconocidos intérpretes, como Juan Carlos Baglietto, Los Tucu Tucu, Los Chalchaleros, Los Fronterizos, Facundo Cabral, Mercedes Sosa, Dúo Salteño, María Dolores Pradera, Alberto Cortez, Pedro Aznar, Horacio Guarany, Jorge Cafrune, Alfredo Zitarrosa, José Larralde, Víctor Jara, Trío Milano-Grazioli-Silva, Ángel Parra, Liliana Herrero, Jairo, Andrés Calamaro, Divididos, Marie Laforêt, Mikel Laboa, Soledad Pastorutti, Federico Pecchia y Enrique Bunbury entre muchos otros, y siguen formando parte del repertorio de innumerables artistas, en Argentina y en distintas partes del mundo. En 1986 Francia lo condecoró como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras.
RESUMEN DEPORTIVO