Entre los objetivos de este tipo de centros están, mejorar la rentabilidad, generar empleo, formar a los referentes, generar vínculos institucionales y más que nada una fluída articulación pública-privada, es decir que se apunta a un buen trabajo en equipo, donde por ejemplo en fechas claves como el día del padre, de la madre, del amigo y demás, se realicen actividades específicas en conjunto. LA SEMANA siguiendo con el recorrido a firmas comerciales con marcada presencia en tiempo en la localidad, se dirigió a Vemar y habló con su titular Mario Rubén Basualdo.
Su mirada y la comodidad victoriense
“Para mí es algo positivo para la ciudad, lo he visto en otras ciudades como Paraná y Miramar, lo veo muy bien, fuera de que uno está acostumbrado al estacionamiento, Victoria es una ciudad que si no vas y te parás en la puerta del negocio, no baja la gente, es una costumbre, pero pienso que con los años se va modernizando, no nos tenemos que quedar en el tiempo y seguir adelante”, expresó Basualdo quien en reiterados momentos de su relato recalcó la comodidad del común denominador del ciudadano de Victoria, a quien le cuesta “bajarse del auto”, según propias palabras del comerciante.
“Aquí la gente no quiere caminar dos o tres cuadras para ir a un negocio y dejar el auto un poco más lejos, nosotros le pagábamos el estacionamiento al cliente y así ayudábamos”, recordó.
Uno de sus locales en la “cresta de la ola”
Uno de sus locales se vería directamente afectado, ya que se encuentra enclavado en el supuesto lugar por donde cobraría vida el tan mentado centro comercial a cielo abierto.
“Estoy totalmente de acuerdo, el negocio ya lo tenemos perfectamente bien instalado en el lugar y si se requiere, le haríamos algo distinto acorde a lo que se haga en su momento, por ejemplo plantas o distintos accesorios en su frente”, agregando además las consecuentes bondades que acarrearía, “para el turismo va a ser espectacular, porque el visitante camina y para la gente de Victoria es una cuestión de costumbre de cambiar de hábitos, pero será algo totalmente positivo para la ciudad”
Pareciera que este posible paseo comercial en las siete colinas, cuenta con muchos votos a favor, sobre todo de gente que se ha dedicado al comercio por décadas y que se ha sostenido en el devenir de la economía argentina. Y sin lugar a dudas otra de sus consecuencias indudablemente positivas, tiene que ver con que este tipo de emprendimientos propalan asociativismo y cooperativismo, desarrollando así ventajas competitivas colectivas.
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