Como se recordará, Núñez había salido en una lancha de su propiedad con destino a una isla del delta victoriense, cuando por circunstancias que se investigan cayó al agua. Mientras luchaba por su vida fue visto, de manera accidental, por el titular de la Prefectura Victoria, subprefecto Debailleaux, quien intentó ayudarle pero sin poder acercarse por el carácter fangoso de la costa que da al enlace vial.
Muchos se habló de que un cabo suelto habría provocado la caída del empresario al atorarse en la hélice, pero esa hipótesis no es la principal según se estima desde la Fiscalía, ya que el movimiento que pudo haber provocado un hecho de estas características no es suficiente como para que una persona caiga al agua… en circunstancias normales, al menos.
El cuerpo de Núñez fue rescatado de las aguas del riacho en la zona del canal de servicio, precisamente en una de las lagunas que se formaron por la extracción de material para el refulado de la unión vial, y llevado a tierra firme en el barrio privado El Solar, desde donde fue trasladado directamente a la morgue judicial de Oro Verde, a los efectos de realizarle la autopsia que permita determinar qué fue lo que ocurrió.
Antes del análisis médico, todo indica que la muerte fue por inmersión, aunque el examen podrá echar luz a si sufrió algún tipo de problema médico -había acusado no sentirse bien esa mañana ante varios amigos- o recibido un golpe al caer. De todas maneras, la posibilidad de encontrar respuesta a estos puntos dependerá del estado en que se encuentre el cuerpo.
Lo cierto es que el hallazgo, aunque lamentable, libera a la familia de la angustia de no hallar al ser amado, para dar paso al duelo.
Cuando comenzó a correrse la voz de que Chulengo había sido encontrado, muchos victorienses se acercaron a la Costanera para verlo pasar, y anticipar el que será su largo adiós.
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