El titular de un parador que se encuentra en una isla entrerriana, jurisdicción de Victoria, que fue clausurado definitivamente por realizar fiestas electrónicas clandestinas en un área natural protegida, pidió públicamente para que le vuelvan a habilitar el lugar para desarrollar eventos deportivos.
El lugar fue clausurado a principios de 2024 luego de que se constatara la realización de varias fiestas electrónicas durante el verano del año pasado. Ninguna de ellas contaba con habilitación ni se podían realizar en esa zona protegida.
Federico Vignale es propietario del parador Wakeland y pidió que la Secretaría de Ambiente de la provincia de Entre Ríos levante la clausura que pesa sobre el lugar para poder desarrollar eventos deportivos. Aseguró que en el parador se cumplen “actividades deportivas y sociales”, además de que se usa para “hacer eventos y para trabajar con la gente”.
Vignale, que es hijo del productor Enzo Vignale, involucrado en las causas civil y penal que pesan sobre decenas de propietarios de campos en las islas por los incendios que se sucedieron entre 2020 y 2022, aseguró que el sector donde había una cancha de beach volley “ya está destruida” y que en caso de no recuperar la habilitación rápidamente, “no va a haber forma de reflotarla”.
Según le aseguró al portal Bichos de Campo que “el tema del área natural protegida no está bien claro”. Sin embargo, el plan de manejo para la Reserva de Usos Múltiples Humedales e Islas de Victoria, que contempla 464.000 hectáreas (dentro de ellas se encuentra el campo de los Vignale y particularmente el parador Wakeland, en el kilómetro 7 de la ruta nacional 174 que une Rosario con Victoria), fue aprobado por el Concejo Deliberante de esa ciudad entrerriana en noviembre del 2023. Es decir, unos meses antes de que se desarrollen las primeras fiestas que, hacia febrero del 2024, derivaron en la clausura definitiva del parador.
Este plan de manejo estipula qué se puede hacer y qué no en todos los rincones de ese vasto territorio. Y en el caso de las cosas que sí se pueden hacer, la manera en la que se pueden desarrollar.
De acuerdo al plan de manejo, Wakeland se encuentra en un sector límite entre un área de “Zona de Uso Especial” (cercana a la ruta 174) y una de “Zona de Uso Extensivo”, tal las categorizaciones de las zonas.
Esté en una u otra, el objetivo de los usos en ambos casos es similar: mientras que en la Zona de Uso Especial el fin es “regular y adecuar los usos y actividades que existen para que se adapten a la estructura y dinámica propia de los humedales, mitigar sus impactos y contener su expansión”, en la Zona de Uso Extensivo la premisa es “conciliar la conservación de la biodiversidad con la vida isleña y con las actividades productivas o de servicios que respeten y se adapten a la estructura y dinámica propia de los humedales”.
En ninguno de los dos casos, la repetición de fiestas electrónicas con miles de asistentes no pareciera ser acorde ni a la adaptación de la dinámica de los humedales ni a la conciliación de la conservación de la biodiversidad.
Fiestas clandestinas en la isla
En febrero del 2024, la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos dispuso el cierre definitivo del parador Wakeland por una serie de irregularidades que incluyeron organizar fiestas electrónicas clandestinas y sin autorización en esos territorios.
El predio fue clausurado inicialmente a principios del año pasado tras ser allanado por la Justicia Federal a raíz de una investigación por la realización de fiestas sin habilitación en el área protegida en cuestión.
Entre los considerandos de la clausura, que llevó la firma de la entonces secretaria de Ambiente de Entre Ríos, Rosa Hojman, se citó el “daño ambiental cierto y consolidado” que podría pasar a mayores en caso de no cesar este tipo de actividades.
Las actuaciones se realizaron por las propias publicaciones del parador, que publicitó su última fiesta el sábado 4 de febrero del 2024 bajo el nombre “Exiled – Private Party” y para la que ofrecía, además de las entradas, un servicio de traslado.
Área natural protegida
Los humedales e islas de Victoria, en Entre Ríos, son desde 2003 área natural protegida municipal y desde 2019 también área natural protegida provincial. Las áreas protegidas son territorios con una regulación especial que promueve la protección de sus valores naturales, culturales y sociales.
Las reservas de usos múltiples (RUM) son un tipo de área natural protegida donde pueden realizarse actividades productivas, recreativas y turísticas siempre y cuando no degraden los ecosistemas que se pretende conservar. (La Capital)
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