El martes 13 es un día que genera miedo en mucha gente. Tradicionalmente, se asocia con la necesidad de evitar realizar actos que puedan tener un mal desenlace, como comenzar un negocio, casarse, viajar o cambiarse de casa. Sin embargo, para otros, este día es visto como una oportunidad de renovación, ideal para realizar baños de limpieza energética o baños que llamen la buena energía. También se considera un buen día para apostar en juegos de azar.
Marita Trotti destacó que la creencia en el miedo al martes 13 es común en regiones de América del Sur como Argentina, Paraguay y Chile, así como en España y Grecia. Curiosamente, en otros lugares como Estados Unidos e Inglaterra, el día temido es el viernes 13 en lugar del martes.
El origen de esta superstición se atribuye a la unión del número 13 y el día martes. El número 13 ha sido asociado a todo tipo de males desde la antigüedad: aparece en el capítulo 13 del Apocalipsis hablando del anticristo, representa la muerte en el tarot, y leyendas nórdicas mencionan 13 espíritus del mal. Una de las razones más fuertes es que en la Última Cena de Jesús había 13 personas, y uno de los discípulos traicionó a Jesús, quien luego fue asesinado. Por esto, se cree que no es bueno que 13 personas coman juntas. Por otro lado, el día martes se asocia con Marte, el dios romano de la guerra, que representa la destrucción. La combinación de Marte y 13 supondría grandes desgracias, de ahí la creencia como día de mala suerte.
Marita también mencionó otras supersticiones populares, como el miedo a romper un espejo (que se dice que trae 7 años de mala suerte), cruzarse con un gato negro, caminar por debajo de una escalera, o la creencia de que si se cae un cuchillo, vendrá una mala persona de visita (una superstición que Marita y sus hijos practican pisando el cuchillo).
Un punto clave en el segmento fue el poder de nuestra propia energía, deseos y pensamientos. Si pensamos que algo es malo, es muy probable que así sea. Tenemos un gran poder mental que a veces no percibimos. Por ejemplo, algunas personas, al cruzarse con un gato negro, eligen pensar que se avecinan cambios importantes en su vida.
Para quienes desean disipar la mala suerte en este día particular, Marita ofreció un sencillo ritual de protección. Se necesita una vela blanca, una lapicera y una hoja de papel. El ritual consiste en encender la vela, pedir protección a la energía del universo (o a santos/Dios si se cree en ellos), escribir en el papel “Con este ritual disuelvo todo lo malo que quiera dañarme” o “Con este ritual disuelvo todo lo negativo que pueda dañarme”. Luego, se quema el papel con cuidado usando la llama de la vela y se deja que la vela se consuma completamente. Visualizar que todo irá bien es parte importante del proceso.
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