El año comenzó con alrededor de 300 castraciones y cerró en los últimos meses con 50, es decir que cada vez se fue reduciendo más el cupo, a tal punto que las mismas veterinarias terminaron costeando los gastos frente a la falta de presupuesto por parte del municipio.
Es un pedido de la comunidad que vuelvan urgente
Micaela Martínez, voluntaria en el rescate canino, comentó en “Burro de Arranque” por FM90.3, que frente a la falta de respuestas por parte del municipio que suspendió las castraciones, se redactó una petición que incluye junta de firmas en diferentes veterinarias. “Nuestra idea es presentarlo en el municipio, que nos puedan atender para hablar el tema y ojalá que nos pueda dar una respuesta positiva”.
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