Hay miradas contradictorias para quienes deciden buscar un mejor futuro en el exterior. Hay quienes van en busca de un sueño, y están los que se van soñando quedarse. Tal vez la historia de Ángel esté más cerca de la segunda, porque con 50 años, dejó su taller de chapa y pintura en Victoria, para “probar suerte” en Cerdeña, Italia. Allí se encontró casualmente (el mundo es un pañuelo), con el periodista Roberto Caminos de Lt39, y contó su historia y los motivos que lo llevaron a cruzar el gran charco, hace 4 meses. Su esposa y tres de sus cuatro hijos están en Italia. La mayor permanece en Victoria. “El futuro para mis hijos está acá”, sintetiza “Cachi”, como lo conoce la mayoría, y cuenta la experiencia de trabajar y ser extranjero en Europa.
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