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Prevención de problemas relacionadas con las altas temperaturas

Con la llegada del calor intenso, desde la Dirección de Salud municipal se recomienda tomar recaudos especiales para evitar los ’golpes de calor’ y la deshidratación, sobre todo en personas en edades extremas de la vida.

El verano suele ser esperado por los niños y jóvenes con gran entusiasmo por las vacaciones, las salidas y los juegos al aire libre. Sin embargo, los días de alta temperatura y humedad (ola de calor) pueden transformarse en un gran riesgo para la salud, por lo que debemos informarnos, estar atentos y tomar las medidas necesarias para prevenir que esto suceda.

Cuando hace mucho calor el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura y ésta puede elevarse a más de 37 grados (medida en la axila) por deshidratación, agotamiento del sudor y desajuste en el centro cerebral que controla la temperatura corporal.

Se recomienda permanecer en lugares frescos y ventilados, vestirse con ropas claras y holgadas, evitar la actividad física intensa, evitar la exposición al sol en forma directa, por lo menos entre las 10 y 17 horas, usar sombrero, comer liviano, ingerir líquidos frescos frecuentemente, e incrementar la frecuencia del amamantamiento en los más pequeños.

Síntomas como dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareos, decaimiento, irritabilidad, desmayos, sudoración excesiva, piel roja y caliente, tendencia al sueño y debilidad muscular o fiebre podrían estar indicando la presencia de un ‘golpe de calor’ en el niño y ameritan la inmediata consulta con el pediatra.

Cuando hace mucho calor:

• Ofrecer a los niños agua o jugos de fruta natural en forma frecuente sin esperar a que los pidan.

• Ofrecer el pecho más seguido a los lactantes.

• Nunca ofrecer bebidas con cafeína o azúcar en exceso.

• No ofrecer bebidas muy frías.

• No ofrecer líquidos o comidas calientes o pesadas.

• Incorporar sal en las preparaciones en mayor cantidad que lo habitual.

• Bañarlos o mojarles todo el cuerpo con frecuencia.

• Proponer actividades tranquilas, evitar juegos intensos.

• Evitar que transiten y jueguen expuestos al sol, menos aún al mediodía o en las primeras horas de la tarde.

• Si deben estar bajo el sol, ponerles sombrero, usar protectores solares (factor 50 o mayor) y tomar frecuentes descansos a la sombra.

• Procurar que permanezcan en los lugares más frescos y ventilados.

• Vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y de colores claros o, mejor aún, dejarlos sin ropas.

• Nunca los deje dentro de un vehículo estacionado y cerrado.

Para jóvenes y adolescentes

• No tomar bebidas con alcohol (incluida la cerveza) ante la sed y el calor, ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido.

• Evitar esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes.

• Sentarse y descansar cuando sientan mareos o fatiga.

• No descuidar a los adultos mayores y a aquellas personas que requieren asistencia prolongada, son muy vulnerables al calor.

El agotamiento por calor se caracteriza por los siguientes síntomas:

• Sudoración excesiva; en los bebés puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, el pecho, las axilas, los pliegues del codo y la zona del pañal o piel pálida y fresca.

• Sensación de calor sofocante.

• Sed intensa y sequedad en la boca.

• Calambres musculares.

• Agotamiento, cansancio o debilidad.

• Dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos.

• Dolores de cabeza.

• Irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños).

• Mareos o desmayo.

¿Qué debemos hacer?

• Ofrecer agua fresca (también agua + sal de mesa: 1/2 cucharita en 1 litro).

• Ofrecer el pecho con más frecuencia a los lactantes.

• Trasladarlos a un lugar fresco y ventilado.

• Desvestirlos.

• Mojarles el cuerpo con agua fresca.

• Aquietarlos y ponerlos a descansar.

• Consultar al efector de salud.

En un ‘golpe de calor’ debemos estar alertas a estos síntomas y consultar con urgencia sí:

• La temperatura del cuerpo es de 39 grados o más.

• La piel está roja, caliente y seca, cuando se agota la sudoración.

• Hay agitación.

• Se padece dolor palpitante de cabeza.

• Hay vértigos y desorientación.

• Se presentan delirios, confusión o pérdida de conocimiento.

• Se producen convulsiones.

¿Qué debemos hacer en estos casos?

• Llamar sin demora a un servicio de emergencia.

• Llevarlos inmediatamente a un lugar fresco y ventilado.

• Quitarles las ropas y refrescarlos lo más rápido posible, mojando con agua fría todo el cuerpo.

• Ofrecerles agua si están despiertos.

• No se deben administrar medicamentos antifebriles (no son útiles en estos casos y pueden empeorar al niño).

• No se debe friccionar la piel con alcohol, ya que se absorbe por la piel y produce intoxicación.

¿Quiénes tienen mayor riesgo de presentar peores consecuencias?

• Los menores de cinco años, especialmente los menores de un año.

• Aquellas personas que padecen enfermedades crónicas, cardíacas, renales, mentales o neurológicas.

• Las personas con fiebre por otra causa o diarrea.

• Las personas obesas o desnutridas.

• Aquellas que tienen la piel quemada por el sol.

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