A pesar de las advertencias de las distintas instituciones, a través de medios oficiales, o en los medios de comunicación, las estafas telefónicas siguen dándose diariamente.
En este caso, un ciudadano de Victoria en el mes de septiembre recibió un llamado telefónico donde le informaban que había sido acreedor de un premio de 50.000 pesos, desconociendo a que se debía dicho premio, y que le transferirían el monto a la cuenta bancaria. El hombre brindó datos de su cuenta y al ver el monto en la misma, lo gastó. Posteriormente la semana pasada se comunicó un representante de una empresa, informándole que poseía una deuda de 17.210 pesos, debido a un préstamo solicitado, cayendo en cuenta que había sido estafado, ya que nunca firmó ni solicitó ningún préstamo.