¿Cómo es posible que la autoridad máxima de la ciudad esté tan desprotegida? Y, más allá de las chicanas que en algún conflicto apuntaron al Intendente, hay que reconocer que, de todas las figuras de la municipalidad, es hoy uno de los de mayor presencia.
Basta un vistazo rápido a los hechos de las últimas semanas: en plena discusión con los gremios municipales, el secretario de Hacienda y de Obras y Servicios Públicos abandona la reunión, y es el propio Maiocco quien debe asumir todos los detalles de una negociación con varios ribetes técnicos.
Días antes, en el hall del palacio municipal, en medio de una de las protestas con los mismos protagonistas se viralizaba un video, el secretario de Gobierno miraba desde lejos y el resto de la jerarquía “brillaba por su ausencia”.
Ya que hablamos de brillos, hablemos de carnaval. Los carroceros no lograron ser atendidos por ninguno de los funcionarios a los que convocaron para discutir aspectos del nuevo reglamento del carnaval. Finalmente, ¿quién los recibiría?… el propio Maiocco. El encuentro sería la próxima semana.
El jueves una mujer increpa al intendente en plena escalinata y, en ese espacio, el presidente municipal se hace tiempo para escucharla por un tema personal, mientras las cooperativas de las obras de Don Gregorio explotaban de demandas.
En uno de los momentos más tensos de la semana, fue el propio Domingo Maiocco el que enfrentó la bronca de los pañoleros y cooperativistas, en la insostenible obra de viviendas “Pueblos Originarios”. En una lluvia de reclamos, Mingo puso cuerpo como en todos los conflictos. Mientras los funcionarios políticos y los concejales se desentendían de los problemas.
No estaban los concejales integrantes del consorcio, no estaba la arquitecta cuestionada por las compra de los caños de aguas que desató el conflicto, el contador ausente, y solo llegó el maestro mayor de obra luego que el intendente lo llamara por teléfono.
Solo. Con sus mejores funcionarios ya fuera de la gestión, uno a uno, parecen ser devorados por cierta presencia interna. Con campañas políticas fragmentadas dentro del mismo espacio político, y hasta con prensas paralelas. Sería injusto caer sobre la figura del intendente con toda la responsabilidad de una ciudad, con históricos núcleos de poder. La gestión es un conjunto de engranajes en el que debe descansar el presidente municipal. Eso no está sucediendo. Todo lo contrario.
Semanas atrás Maiocco cerraba en buenos términos con el Jefe de Policía la cesión de un terreno en la zona de La Ponderosa. Una contraorden interna generó un conflicto con una de las piezas indispensables en el control de la ciudad.
¿Quién cuida al Intendente? ¿Están todos los “engranajes” trabajando para potenciar el funcionamiento, o hay piezas que se están torneando para otra maquinaria?.