Se habilitó la Sala de Velatorios Municipal “La Dignidad”

En la mañana de este viernes quedó formalmente habilitada la Sala de Velatorio Municipal “La Dignidad”, nombre que fue sugerido por la comisión que a partir de la iniciativa de Abel Broin acompañó a este último en el desarrollo de este impulso desde 1980. La obra se levanta sobre María Oberti de Basualdo casi Profesor Sánchez, en un lote lindero al hospital Salaberry, y estará disponible para personas que no cuenten con obra social ni otro tipo de cobertura que les facilite afrontar los gastos de un sepelio.

La historia

Luego que hasta el año 2000 aproximadamente la obra avanzaba con lentitud a partir de los esfuerzos de Broin y el grupo de vecinos que lo acompañaba, pero finalizando el milenio Broin, quien construyó la primera parte con aportes particulares de vecinos y amigos, y habiendo llegado a levantar las paredes hasta la altura del techo, ya no estaba en condiciones de continuar con los trabajos, por lo que en acuerdo con la comisión que lo acompañaba decidió hacer entrega del terreno y la obra a la Municipalidad, en carácter de donación y con cargo a la construcción de esta sala de velatorio.

Así fue como se sancionaron dos ordenanzas municipales en el año 2000, propuestas por la entonces concejal Ana María Regner de Bruselario, aceptando la donación y regulando el uso de la sala de velatorios de manera conjunta con la que se ubica en el cementerio municipal, dejando como sala principal a la habilitada este viernes.

A la hora de los discursos, Gustavo y Diana Broin, hijos de Abel, hablaron en nombre de su padre, presente en el lugar pero ya un hombre de avanzada edad, indicando Gustavo que esta obra no busca otra cosa que justicia social, brindándole la posibilidad de que quienes no tienen recursos puedan despedir de manera digna a sus seres queridos, mientras que Diana leyó las palabras que le había dictado la noche anterior su padre, quien recordó que la iniciativa de una sala de esta naturaleza le surgió con la muerte de una persona de su amistad que estaba en el geriátrico Cúneo y eso lo llevó a trabajar en pos de este fin reuniendo voluntades de amigos y vecinos.

El intendente Domingo Maiocco, por su parte, recordó que Broin y los integrantes de la comisión lo visitaron a poco de asumir su gestión explicándole la situación, por lo que tomó el compromiso de continuar la obra, y viendo de qué manera hacerlo el entonces responsable de Defensa Civil y actual concejal Claudio Larreguy le planteó que asumiría a cargo de esa área los trabajos necesarios.

Fue así que a partir de la obra inicial se continuó con la construcción, en un lote que cuenta con un amplio fondo y salida por Profesor Sánchez.

En este contexto, y demorado por la pandemia, se llegó a la habitación de estas instalaciones, en las que la Municipalidad puso no sólo la terminación de la obra gruesa sino también los detalles, todo el mobiliario y la obra sanitaria.

En la oportunidad, Maiocco recordó a su vez que ya con la disposición en vistas le preguntó a los miembros de la comisión original qué nombre querían ponerle a la Sala, y fueron ellos quienes le propusieron “La Dignidad”.

Acompañaron desde el inicio a Abel Broin en esta iniciativa Matilde Flores, Liliana Oviedo y Eduardo Aguirre (quienes estuvieron presentes en el acto y participaron del descubrimiento de placas), junto a César Bruselario y Edgardo Aguirre (quienes fallecieron sin llegar a ver concretada esta obra).

La bendición de las instalaciones estuvo a cargo del cura párroco y rector de Aránzazu, Héctor Trachitte y estuvieron presentes además de los mencionados, la legisladora Gracia Jaroslavsky; viceintendente Ana Schuth; Secretario de Gobierno y Desarrollo Social, Pedro Mansilla e Ibel Ibarra, respectivamente; Sub Jefe Departamental de Policía Comisario Inspector Alejandro Fernández y concejales.




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