Se presentó este fin de semana en la Sociedad Italiana “Vittorino Pacheco”, obra en dueto con la provincia de Santa Fe, de la mano del actor , Director y dramaturgo rosarino Gustavo di Pinto, quien es el autor y director de la obra teatral VITTORINO PACHECO.
La misma es un absurdo, lo que se conoce como un grotesco existencialista, donde la trama se inicia a partir de un hecho trágico.
Vittorino es un hombre que la vida le ha pasado por al lado y el día de su casamiento llega tarde, lo cual no fue un hecho menor ya que ahí sucede una tragedia.
La obra discurre escénicamente con los dos protagonistas que se reencuentran en un lugar ubicado en otra dimensión para interpelarse mutuamente y saldar deudas, habla de la vida de ellos y hace alusión al tiempo que pasó.
Esta obra la pondrán en escena en la vecina ciudad de Rosario en el Teatro El Rayo de Rosario el 1 y 2 de diciembre.
Hablaron con la periodista de LT39 NOTICIAS Hilda Sosa, quienes acompañaron el trabajo en el armado y puesta en escena de la obra, Gustavo Di Pinto quien es el autor y Director; María Sol Olarte, actríz principal; Santiago Pereiro, actor protagonista; Paula Otegui, Asistente de Dirección y Virgnia Sosa, en escenografía y vestuaruio. (Video)
La protagonista Sol Olarte en diálogo con LT39 NOTICIAS
Nació un 15 de abril, cuando el otoño está en su apogeo, época del año en que algunas especies de aves migran y emprenden viaje lejos de su nido… tal vez por eso su esencia y trayecto de vida está sellado por incontables viajes a lo largo y ancho de hermosos y recónditos paisajes.
De madre santiagueña y padre victoriense y letrado, cuya carrera judicial hizo que sus hijos discurran sus vidas en las calles talenses, región de praderas herbáceas, de verdes lomadas, de martinetas y cisnes de cuello negro; pero la vida también quiso que en sus corazones vaya creciendo en ellos un gran cariño y apego por las siete colinas, lugar de raigambre de su familia paterna.
“Toda la vida vine a Victoria, siempre íbamos un fin de semana a Santa Fe y otro acá”.
Cuando finalizó el secundario Sol inició sus estudios universitarios en la gran ciudad, pero pronto se dio cuenta que no era el momento ni el lugar indicado, ya que su avidez por viajar y recorrer otras idiosincrasias la llevó a estudiar Turismo, carrera ésta que fue un puente para cruzar y encontrarse con lo que verdaderamente llevaba en su alma, que era vivenciar el arte escénico.
“Terminé el secundario y mi primer carrera fue el traductorado de inglés y dure un año, en realidad yo quería viajar y descubrí la Llicenciatura en Turismo, que fue a través de la cual viajé por muchos lugares”.
- La carrera de Turismo fue la que te ayudó a comenzar un camino de decubrimiento inteno entonces, para ir al obetivo deseado.
- Si, ahora mirando hacia atrás a mi no me interesaba estudiar turismo en realidad yo quería viajar, conocer y eso me lo permitió esa carrera; pero yo siempre me quise dedicar a lo artístico y tenia un gran prejuicio con el arte y todo lo hacia como hobby, incluso de chica estuve emparentada con el arte, ya que desde los 7 a los 14 años de edad estudie flauta en la Escuela de Música en Rosario del
- ¿Recorriste muchos lugares?
- Sí Vivi un añ o en Inglaterra por un intercambio con el idioma y después trabajé en Ee.Uu en un centro de esquí cuando estaban la visas de trabajo temporario.
- ¡En qué momento de tu vida pudiste finalmente conectarte profesionalmente con la actuación y darte esa posibilidad de dar rienda suelta a tu talento?
- A mi me costaba tomar las riendas y dedicarme al arte, por ello tuve que vencer esos prejuicios, a mí nadie me decía hace ésto o lo otro, hasta que un dÍa dije voy a hacer teatro; en realidad mi necesidad pasaba por estar dentro de un teatro, en ese ámbito.
Venciendo prejuicios
“Hoy con 39 años miro para atrás y digo a veces hay que sacarse muchas capas de cebollas para llegar a donde uno quiere, cuesta ésto de vencer los propios prejuicios”
Un domingo cualquiera mientras almorzaba con sus padres en la zona costanera de Victoria les comentó que iba a estudiar teatro, ante lo que ellos asintieron y apoyaron sin titubeos.
Al día siguiente de aquel almuerzo un compañero de trabajo en Buenos Aires le regaló unas entradas para una obra de teatro y charla mediante éste le comentó de su profesora de teatro Silvana Silveri, de quien le dijo “esta mujer me cambió la vida”; al tiempo también fue la profesora de Sol, fueron cuatros años intensos de estudio y de conocimiento interior; pero eso fue sólo el puntapié para emprender la docencia teatral,que era lo que verdaderamente añoraba desde su corazón.
Asi fue como comenzó Técnica Teatral en el barrio de Boedo en la escuela “Timbre cuatro” de Claudio Tolcachir.
Pero si algo hay que destacar en Sol es que en tema actuación nunca buscó lo mediático para ascender o encontrar fama efímera en “la ciudad de la furia”
“Tuve una lucha interna sobre el triunfo, nunca busqué la tele, primero quería estar contenta en el lugar donde vivía, en reiteradas oportunidades me preguntaba ¿qué es el éxito?”
Las siete colinas la esperaban
“Hacia ya unos años que cuando venia de vacaciones a Victoria en verano , llegado el mes de marzo me costaba irme; en realidad siempre supe desde muy chica que me iba a venir a vivir aquí, sin lugar a dudas hay algo de la raíz de uno, la raíz paterna está acá, si bien también es cierto que Tala me dio mucho, ciudad a la que voy semanalmente a trabajar, ya tengo un taller en la Sala Municipal”
Pero el tiempo y el universo conspiraron para que finalmente hace un par de años atrás decida instalarse en Victoria.
“Aca tengo un taller de teatro de niños en la Sociedad Italianaita, el primer año tuve cinco alumnos, el segundo diez y éste veinticinco; además doy clases en Puerto Esquina y el Quinto Cuartel”
“Estoy contenta porque hay mucho por hacer, el proceso es lento pero se vislumbran muchas ventanas, es importante unirse a personas para complementar el trabajo y trabajar en equipo, al principio me costó por estar sola, a veces uno duda, flaquea o desconfia de uno mismo, por eso es sumamente importante conectarse”
Así fue como Sol con casi cuatro décadas descubrió que las siete colinas es ese lugar en el mundo que tanto la atrapaba desde niña y hoy ya instalada descubrió que la ciudad de las rejas no sólo le dio un amor victoriense de nombre Mariano, sino también la posibilidad de encontrarse con su propia naturaleza.