Julio Arce Un Granadero que nos comenta su historia viviente

 

El Granadero con sus 90 años de vida nos visitó al acto del 17 de Agosto realizado por la escuela Nº 102 “17 de Agosto” y nos relata sus vivencias a lo largo de estos 90 años de vida.

Esto es muy importante para nosotros, 17 de Agosto tenerte nuevamente aquí en Aranguren.

-Aranguren es mi segunda ciudad, yo soy de Jujuy allí donde soy fundador de algunos pueblos como Oran, San Ramón de la nueva Oran, la familia de mi abuela y de mi papa. Y venir acá a la localidad de Aranguren que tuve la dicha y el honor de casarme con una Entrerriana de aquí  , recuerdo de esa época que me hablaba de Entre Ríos yo para esto ya estaba en Granadero ya tenía los 16 años me hicieron el pase a la escuela de Caballería ice el curso porque yo era infante porque  a los diez años me presente al regimiento de Granadero allá en mi pueblo Jujuy porque ya  pensaba que iba hacer en mi futuro y quería una profesión y en eso era un 25 de Mayo venia desfilando en el Regimiento del 20 Infantería de Montaña que es la de Jujuy venia desfilando hacia la plaza central para realizar el desfile, había mucha gente en la vereda y todo el mundo se sacaba el sombrero porque ya se acercaba la bandera y un señor que estaba en frente mío no se sacaba el sombrero ya la bandera estaba llegando y entonces yo de atrás le pegue al sombrero y se  lo hice volar y se dio vuelta con ganas de pegarme y al sombrero lo iban a pisar los soldados entonces se agacho para agarra el sombrero y un oficial llamado Teniente Díaz  había estado observando todo entonces cuando vio que el hombre se dio vuelta para retarme o pegarme le puso la espada en el pecho y dijo no lo mato porque es Argentino y el hombre se pegó tal susto que salió corriendo y me quede pensando y dije eso quiero ser yo y a los tres días ya estaba en el Cuartel queriendo ser soldado y lo llamaron al ayudante del regimiento y llamaron a mi mama si me habían pegado o cual era la causa por la cual yo no quería salir del Cuartel, mi mama asustada, llorando me dice porque lo hiciste, porque quiero ser soldado mama, y le dicen déjelo dos o tres días después no va a querer venir ni cuando le toque el servicio militar, me quede y lo primero que hicieron fue pelarme pero eso no me importaba y nunca me fui, me pasaron a la compañía de voluntarios en esa época era compañía de baquianos de alta montaña que eran elegidos porque no habían echo el Servicio Militar, ni tenían documentación entonces lo reciban y le preguntaban si se quería quedar como era de la parte de La Puna esa gente no se apunaba asique era el único lugar para que me quedara, para que yo tenga un cargo y algo para hacer ahí como yo conocía la Puna, Santa Catalina, Mina Pirisquita que en esa época mi papa era un minero y sacaban oro por su cuenta y después vino una compañía y la llamo Minas Pirisquita le puso el nombre mi papa justamente entonces yo conocía toda esa zona ahí donde vieron que yo era tan capaz como todos los demás y ellos mayores de 18 años y había otros que por la edad le daban 20, 25 años le calculaban la edad por los dientes, yo tuve ahí en el regimiento hasta que un dia se dice que esa compañía iba a desaparecer y que los que estábamos en servicio se nos iba a pasar a Mendoza o Buenos Aires y como yo era medio indio también que mi abuela era la raza Imara que en esa época era de la parte del Alto Perú y son los que tenían el Incanato, el inca salía de la organización de ellos, había parte mía que era parte de mi abuela de ahí hable con un primo que era oficial en el regimiento de granaderos, le escribí una carta diciendo que iba a disolverse y yo tenía miedo de ir a otro lado donde yo no conocía y ya no iba a pertenecer más al Regimiento del 20 Infantería sino que por ahí me daban algún destino, yo no sabía cómo me iban a tratar y me dice que pida permiso a mi mamá y hable con el jefe de Regimiento que me mande para ver si puedo hacer el curso de caballería me dieron autorización para irme con uniforme para que no me pase nada y me respeten, me mandaron a Buenos Aires ahí estuve con mi primo esto era en el año 43 me mandaron devuelta a Jujuy con la promesa que a lo mejor a los dos meses me iban a llamar para incorpórame y haga el curso de caballería para poder pasar como regimiento a caballería, así fue me llamaron que vaya, me dieron el pasaje y me decía se tiene que ir tal dia a presentarse al regimiento de Granaderos, fui haya me presente y de ahí me mandaron a campo de Mayo que estaba la escuela de caballería ahí, hice el curso en poco tiempo en seis, siete meses ya que me gustaban mucho los caballos y así empezó mi vida en Buenos Aires.

Vamos a reflejar todo esto en algo escrito para que nuestra gente conozca su verdadera historia.

-Pienso y siempre dije yo estaba en el regimiento de granaderos y por esas casualidades de la vida la conocí a doña Flora, el amor, chico los dos primero yo no quería hablar porque de acuerdo a mi abuela me decía que tenía que tener cuidado con la gente blanca que no tenía que tomar confianza, no quería por cosas centrales para mí no era tanto pero igual influía, entonces yo a pesar de que estaba en el regimiento y veía mucha gente blanca pero había una distancia no sé si se habrán dado cuenta o ya demostraba yo una distancia entre ellos si era necesario hablábamos y ese dia que la conocí a doña Flora íbamos caminando, mi abuela había comprado una casa en calle Olleros  que está cerca del cuartel de Granaderos yo paraba ahí ya que esa casa era para mis tíos cuando iban a estudiar, iba mi mama también y un dia nos había invitado a un asalto, pero no de los que hacen ahora, que se hacían en la época y se trataba de ir a la casa de un amigo y nos juntábamos cada uno llevaba algo y así nos divertíamos, bailábamos yo era el menor de todos siempre, conocí una chica que vivía frente a la casa de mi abuela, un dia estábamos con los otros muchachos y doña Flora vivía por Olleros hacia la avenida Cabildo yo la conocía a la morochita de paso, buenos días, buenas tardes que era lo único que yo le decía y me dicen vos la conoces y le digo si, y me dicen que la invitara y cuando vi que había una rubia con ella yo me tire para ataras y ellos iban caminando adelante y yo iba como cinco metros atrás eran como cuatro cuadras antes de llegar a la avenida Cabildo, entraron a su casa hay cuando ella abre la puerta era a la tardecita, ella se da vuelta y la miro y quede impactado porque yo desde chico me contaba mi mama que yo me dormía y hablaba como si estaría jugando con alguien y hablaba con una chica rubia y jugaba conmigo me había dado una fisonomía a ella así imaginaria y cuando la vi era la imagen que yo había soñado pero no le quería hablar, quedamos en encontrar porque en la esquina de la casa de ella había un cine y si del cine querían ir al baile nos nimbos al baile y así arreglaron ellos, yo no dije nada, y yo le digo no van a salir y me dice venimos acá igual, fuimos a la esquina a la hora que habían quedado en salir y no salían y le digo viste que no salen y ahí al tiempo la veo que estaban sacando planta de un cantero porque al lado del regimiento de granaderos esta la escuela Superior de Guerra y había un soldado de guardia y una lo charlaba al soldado mientras la otra sacaba las plantas y cuando les digo voy a castigar al soldado empezaron a tirar las flores y les digo es una broma no me conocen y me dice no, ella nunca me había visto de uniforme ya que siempre en lo de mi abuela andaba de civil por ahí la miro y era la rubia no podía salir disparando ni nada, me quede parado y dice nosotras nos vamos y bueno vamos le dije yo las acompañó porque era de noche y las acompañe hasta calle Olleros que serían tres cuadras más o menos y ahí se quedó la morocha y le digo a la rubia te acompaño y después vuelvo y vi que no me rechazaba y ahí empezamos a conversar, después nos encontramos varias veces que yo trataba de encontrarme, yo tenía una tía que vivía en esa calle y yo iba a lo de mi tía y pasaba a cada rato y así nos hicimos amigos y me dice a donde van y le digo por ahí vamos al club y nosotras vamos a bailar al club alemán y ahí empezamos a salir iba para haya era el único morocho que había siempre con mucho respeto, mi madre siempre me decía nunca demuestres una mala acción delante de una mujer y menos levantarle la vos y la mano córtatela antes de levantarle la mano, después fui a pedirle permiso a su hermano mayor Ricardo que lo conocí y me quería mucho de a poquito fui entrando en la familia, de ahí me trajeron a Aranguren porque le tenía que pedir permiso a don Jorge como correspondía porque antes era así y así conocí Aranguren, yo vine con recelo y decía como me van a tratar y me trataron bien por eso me gusto y me gusta la gente Entrerriana, gente muy respetuosa, después me case y venia siempre para acá, cuando éramos amigos tuve la desgracia de quebrarme las piernas, rodo el caballo y me quebró los pie después tuve como tres años con las piernas mal hacia guardias y esas cosa en la casa de gobierno, esa es otra historia, necesitaban que yo haga algo y dicen porque no le enseñan tambor al muchacho entonces queda en la banda de Alta Montaña para justificar todo entonces me gustaba la trompeta, aprendí a tocar el clarín cuando estaba ahí en Granadero ya hacía una semana estaba tocando la Banda y yo quería ir a ver la banda y fui y en la parte de que tocaba la trompeta solo se equivocó en una nota y me sonreí y justo en ese momento me estaba viendo el director de la banda paro todo porque están practicando, me mira y me llama y me dice porque se ríe usted y le digo porque pifio el trompa y como se dio cuenta porque yo sé y me dice se anima a tocar usted solo la marcha completa si como no, ahí le toque y le gusto, al ponerme ahí como trompa del regimiento algunos me miraban con mucho cariño pero otros me decían tan jovencito, siempre tenía que estar al lado del jefe tuve muchos honores uno de ellos fue desfilar adelante con el jefe y ahí ya tuve muchas satisfacciones y un dia en La Plata donde tenía muchos amigos, me había llevado un muchacho que había sido el trompa de oro que después lo sacaron a él y quede yo lo cual no me quería mucho, cuando yo volvía al formación dicen necesitamos un granadero en el Salón Blanco pero yo recién llego y estoy cansado es un ratito después te tomas dos o tres días más, acepte y estábamos hacen la presentación en la escalera y en ese tiempo había un Busto de San Martin justo donde terminaba la escalera y el que estaba a cargo de ese pelotón era un chico muy conocido mío y le digo grita porque todos estamos presentando arma acá y pesa el sable y todavía no llega el presidente, me senté y me quede dormido cuando él dijo atención yo no escuche y cuando me desperté la banda ya estaba tocando la marcha cuando llega el presidente en esa época era Edelmiro J Farre entonces al otro dia me hiso llamar y me presente y me dijo, sabe que lo vamos a castigar si mi general , y me dice mañana se me presenta al Coronel Perón a la mañana en esa época era ministro de guerra y Vicepresidente, me presente asique lo vamos a tratar como castigado y no como que está haciendo un servicio especial, ahí tiene una silla, usted le escribe a su mama, si, cada cuanto, cada mes o mes y medio Coronel, para esto él ya sabía todo, quien era, como había llegado yo, y me dice siéntese ahí esa va ser su mesita ahí me va a ordenar todos los papeles que yo le diga que me haga, llamo al que le traía el café a él y cuando lo ve al granadero me dice que toma café o café con leche, no mi Coronel yo tomo mate cocido, tráele un café con leche con medias lunas o lo que él quiera y ahora se me sienta ahí y le escribe una carta a su mama usted todas las semanas me entrega una carta yo no quiero leer lo que escribe pero usted me entrega para que yo mande la carta, una carta por semana, entonces yo agarre me senté y  empecé a escribir y yo lo miraba y el de re ojo me miraba a mí y me largue a llorar y el me vio y se me corría toda la tinta con las lágrimas y quería romperla cuando él se descuide pero después dije me va a retar entonces así como estaba toda la carta manchada la doble la puse en un sobre y se la entregue al Coronel Perón y él se la envió  a mi mama.

Después que me quebré las piernas caminaba más o menos bien me case pero no podía estar en el ejército, en caballería no podía montar porque me pusieron una rodilla de plástico y fue una suerte porque me iban a cortar el pie que estaba destrozado y si no era posible arreglar eso me cortaban la pierna también, tuve la suerte que llego un doctor traumatólogo que había terminado la guerra entonces fue haya a especializarse y justo cuando me habían puesto la anestesia para cortarme llega el y dice esto no se corta esto se opera es una lástima tan jovencito yo ahí tenía 16 años y algo, se me arrima el y me dice me está escuchando bien, si le digo yo, voy a tratar de operarlo para que no le corten el pie total si queda mal se hace lo que hay que hacer y sino usted salva la pierna aunque le quede un poco mal, si doctor le digo ahí fui el primero que le colocaron la rodilla plástica que va enchufada en el hueso arriba y debajo de la rodilla, quede muy bien y ahí ya me dieron de baja porque no podía estar así con ese tipo de operación, ahí me case con doña Flora.

Sentía mucho cariño y respeto por todos los del ejército y ellos hacia mí y cuando Daniel mi hijo entro al colegio Militar y fue decisión de él, no mía, me sorprendió porque si él me hubiera preguntado le hubiese dicho que no siga porque es muy dura la carrera espiritualmente también, hay que tener mucho corazón para estar ahí, yo lo había mandado a un colegio que está justo al frente del colegio militar y era aeronáutica ahí hacen el secundario y salen con una profesión también, le dije Daniel te voy hacer entrar al colegio de aeronáutica que está en Palomar era muy difícil de entrar pero yo conseguí gente que lo iban a tomar, él estaba en segundo año y entonces me dice papa yo creo que tenes que entrar en primer año y yo pierdo un año, lo lleve y me dice el jefe de ahí el chico tiene que hacer el primer año y tendrá que rendir y cada vez que usted rinda me tiene que traer el certificado, el para el colegio militar no tenía edad él se anota en un concurso y lo gano y así rendía en los dos lados pero se quedó en el colegio militar finalmente, entro a los 15 años al igual que yo y hoy es Coronel retirado ya. Hiso toda su carrera estuvo en el estado Mayor últimamente estaba en las Pre Fuerzas del ejercito de aeronáutica y marina.

Cuando yo me retire seguí trabajando porque yo estando en el cuartel salía y trabajaba entonces el patrón de esa empresa me quería muchísimo y le dio la orden al capataz que me marque todos los días la tarjeta de entrada y salida, yo iba cuando yo quería y a la hora que yo quería, trabajaba unas cuatro o cinco horas y cuando yo me pase a Retiro que ya me Jubilaba quería hacer algo y andaba un poquito mal de salud y el médico me dijo vos que sos de Jujuy ándate a las termas te va ser muy bien esa agua y de paso el clima te va a mejorar, me fui a Jujuy y a los dos o tres días me tenía que volver a Buenos Aires y me encuentro con una señorita y me pregunta el colectivo va a Termas de Reyes le contesto que sí y le doy lugar para que se siente a mi lado y llegando a Jujuy le pregunto usted va tremas de Reyes al hotel porque me di cuenta que no era de la zona, era porteña, y no la he visto y comenzamos a conversar y le digo que si necesita que le lleve algo a sus familiares que yo en dos días volvía a Buenos Aires y me dice bueno pase por mi escuela porque soy maestra, está al lado del rio, antes de venirme a Buenos Aires se me dio subirme al Cerro que está al frente camino que lleva hasta la laguna de Yala fui a caminar y por ahí siento el griterío de chicos y me acorde de ella, me fui y le pedí a un chico que llame a la señorita Rogimonte y salió engrudada con harina y me hizo pasar y estaba haciendo fideos para los chicos ya que yo les hago la comida y se largó a llorar diciéndome no tengo nada para darle, donde yo trabajaba era la industria Nor Suisa la que hace caldo, verduras, todo eso, la mire y me dio una tristeza y ella lloraba le digo no llore escriba todo lo que usted sienta porque la veo sufriendo, yo me quede mirando la montaña por la ventana y ella escribía, término la carta y le dije dóblela y póngala en un sobre mientras hacía eso me arrime yo y le digo ve esa montaña enorme esa esta echa por miles de millones de granitos de arena, yo no le prometo nada porque no tengo nada, soy un hombre pobre pero no me voy a olvidar de usted, me dio el sobre me fui a Buenos Aires y me fui a la gerencia del refinería de maíz donde estaban reunidos todos los jefes y no me podían atender, le doy a la secretaria el sobre y dígale que me diga si o no que no me de ningún tipo de explicaciones y me fui, al otro dia a la tardecita me llama y me dice Arce veni mañana a primera hora el jefe quiere hablan con vos, al otro día firme y me dice esto quien lo escribió, le conté todo y me dice váyase tranquilo mañana va a tener novedades nuestras, al otro dia me llega un camión cargado de mercadería de todo, 1200 kilos de mercadería, al principio no sabía que hacer porque no sabía cómo llevarlo, yo tenía un amigo que se había jubilado en las oficinas de ferrocarril y fui hablar y al principio no quería y después cedió y le dice a la secretaria hágale una orden para que pueda llevar la mercadería, llegue a Jujuy con toda la mercadería justo un dia patrio y estaba todo el regimiento para salir y pedí hablar con el jefe para ver si me prestaba un camión para llevar hasta Termas de Reyes la mercadería y me dice si no importa que se atrase el desfile primero me saca un camión con los soldados que lo ayuden a cargar y ahí empece esa fue la primer escuela luego seguí con otras y así, doña Flora me decía Julio alguna vez haga algo por la escuela de Aranguren y antes de fallecer me dijo no se olvide, y no es que yo me olvide solo que sabía que esos chicos tenían para comer y acá no tenían nada y eso me duele y entonces me dice cuando puedas, así fui a todas las escuelas tal así que conseguí que el Campo de Mayo me den un avión cada vez que yo pedía pera llevar las cosas hasta Jujuy por orden del Jefe de Aeronáutica del Ejercito tenía el avión a mi disposición pidiéndola con anticipación, me cargaban el avión y me llevaban hasta Jujuy y de ahí me encargaba yo, cuando todo fue marchando me vine a Aranguren trayendo Pan Dulce recuerdo así comencé a venir y un dia quería entregar algo más grande se me ocurrió trae la réplica del Sable Corbo del General de San Martin porque esta escuela se lo merece, fui y le conté a Daniel y me dice pero papa nunca se hiso una cosa de estas, el en ese tiempo estaba en el Estado Mayor y me dice te voy a poner en contacto con el coronel que es el que hace entrega de Sables, fui y hable y dice el Sable y la réplica del General y usted lo sabe muy bien es una cosa sagrada los únicos que usan sables con replicas es el colegio militar y los generales pero nunca a nadie se le ocurrió lo que usted quiere hacer, llamo al ayudante y le dice hay algún Sable no le dice mi general usted sabe que cada se necesitan 30 Sables se hacen 30 no es un negocio donde se hacen 40 por las dudas, y que podemos hacer y por orden suya podemos hacer el Sable y le dice hagan uno y se lo entregan al señor Arce, asique el Sable fue echo pura y exclusivamente para Aranguren y tiene el honor de ser la única escuela de la República Argentina tener la réplica del Sable Corbo del General San Martin y yo me lo traje bajo el brazo, cuando se enteraron que vino un Coronel a mi casa por orden del Estado Mayor que había hecho yo con el Sable, me retiraron el Sable se lo dieron a la policía para que lo tengan, la policía en custodia por orden de él no me tocan el sable y dia y noche con un custodia en la puerta acá no entra nadie a retirar el Sable porque podía ser usado políticamente, y me dice Arce que es lo que quería hacer usted y yo quería para la fiesta de San Martin entregar el Sable, tengo orden del Estado Mayor de hacerme cargo de todo usted olvídese, me dice que es lo que quería hacer y yo lo hago pero como corresponde asique él se encargó, se pusieron enseguida en orden con el general que era el Comandante de Paraná y vino la Marina, Ejercito, Aeronáutica y de Córdoba mandaron también cadetes hasta el gobernador Montiel vino, y así fue. Y hoy me dio pena sabes porque leyendo el diario entre un cuadrito de 5 x 10 más o menos decía 17 de Agosto día de San Martin nada más después estaba todo el diario de futbol, política y otras cosas y eso me dio mucha pena ya que para muchos argentinos no existe el Dia Patrio o no tienen conciencia, conocimiento de que hubo un General San Martin y que sufrió, hay que leer bien para saber, siempre fue mi curiosidad porque San Martin sufrió tanto y el que me lo va a decir profesionalmente como médico es Favaloro compre el libro y ahí dice lo que tenía San Martin y lo que sufría, se pasaba noches enteras sin dormir en cuclillas porque no aguantaba el dolor que tenía en el cuerpo, cuando cruzo los Andes y no podía montar por el dolor que tenía los soldados le hicieron como una cama y así lo cruzaron peor en la Batalla estaba ahí primero y por eso tenía sus granaderos que tampoco saben y la historia no lo dice porque es mala palabra ser indio, yo soy descendiente de indio y me siento honrado y ser de la familia que tenía 13 vidas en América porque los Aimara tienen esa edad, esas cosas me duelen y me dan pena ya tengo mis 90 años y ojala vuelva y por Doña Flora hice lo que ella me pido por el pueblo, no tiene precio ni comparación lo que significa esto para mi Aranguren y cada vez que vengo me siento orgulloso y siento que Doña Flora esta, gracias a Aranguren por recibirme y respétame, con mucho cariño.

Gracias Tío Julio Arce por darnos la posibilidad que Aranguren conozca tu historia.

 

 




RESUMEN DEPORTIVO

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