Algún autor definió a la política como una realidad social específica, caracterizada por la conversión y un proceso integrador, de una pluralidad de personas y de esfuerzos, en una unidad de poder y de resultados capaces de asegurar la convivencia interna.
Esa realidad social de la que habla el autor está compuesta por hombres y mujeres, siendo estas últimas las que a lo largo de la historia han luchado no sólo por el género, sino también por un reconocimiento a sus derechos.
En este fin de semana y gracias a lo propulsado oportunamente por Alicia Moreau de Justo, quien luchó para que la mujer fuera considerada una ciudadana de pleno derecho, las mujeres votamos una vez más, lo cual es un derecho adquirido ya hace tiempo, pero que bien vale festejarlo.
Sin dudas, aquello se debe a la participación social de la mujer a medida que pasaba la historia y Victoria no ha sido la excepción en este transcurrir antiguo, contemporáneo y moderno del rol femenino; mujeres victorienses valientes, solidarias y de lucha han marcado nuestro tiempo.
Las victorienses de antaño
Bien vale recordar algunos nombres, que cada 8 de marzo el Museo local Carlos Anadón estampa en sus habitaciones, tal el caso de la cantante lírica francesa Eugenia Massé, quien fuera Presidenta de la Sociedad de Beneficencia y esposa del Dr. Fermín Salaberry; entre las segundas las obreras de las fábricas victorienses.
Yendo a los tiempos precolombinos (anteriores a la llegada del europeo a América) y en gran parte de la época colonial, cuando los conquistadores todavía no habían dominado a los nativos de Entre Ríos, las mujeres chaná – timbú tenían a su cargo funciones muy importantes dentro de su sociedad, tanto en las tareas domésticas como -posiblemente- en la recolección de los frutos varios que la naturaleza les ofrecía y en el cultivo del maíz, actividades imprescindibles para la economía familiar y “comunal”. También ellas eran las alfareras y educadoras principales de sus niños, por ejemplo en el idioma chaná.
En el ocaso de la época colonial y en el despertar de la vida independiente, quedaron registradas en algunos censos las vecinas de La Matanza que junto a sus esposos y familia levantaron el primer centro poblacional de esta ciudad. Entre ellas, Hurencia Ramírez, la partera del pueblo en 1803; y Leonarda, esclava de José Bordón y residente del Cerro en 1817. Leonarda representa a un sector también identificable (y a veces desconocido) en este departamento al menos en la primera mitad del siglo XIX.
Una vez erigida en villa, Victoria tenía como centro cívico la plaza principal y su Oratorio (1810). Allí, en uno de los primeros ranchos frente a la plaza se encontraba “Doña Josefa Albornoz viuda de 73 años no tiene otro bien que su casa frente a la plaza [solar actualmente ocupado por el Club Social) (…) ofrece su casa para que se levante la escuela pública”.
Un primer grupo constituyó la notable cantidad de damas reunidas en la Sociedad de Beneficencia (135 socias fundadoras en 1877) cuyo objetivo era “…fomentar el bienestar general prestando socorro a las clases menesterosas, alivio a los enfermos, apoyo a la viudez, y a la orfandad, así como auxilios eficaces a la educación”. De su vital trabajo, se levantaron luego los cimientos del Hospital de Caridad (actual Hospital Fermín Salaberry), del Asilo de Huérfanos y de Mujeres (actual Hogar de Niñas María Oberti).
Otro grupo, de dimensiones más modestas, estuvo formado por las Hermanas del Huerto que desde su llegada en 1893 aproximadamente “… se habían hecho cargo de la asistencia de los enfermos del Hospital de Caridad…” y a partir de 1895 “… instalan un colegio de niñas internas y externas”. A través de esta institución, han acompañado a la población con el aporte tanto en su tarea espiritual como en la educación de muchos niños y adolescentes.
Otro ámbito de despliegue y desarrollo nuclear de las mujeres era, desde el siglo XIX, la naciente escuela, la educación. Lo que amerita una descripción tan amplia que excede esta publicación y que ya se ha realizada, por ejemplo en Historia de la Educación de María del Carmen Murature de Badaracco.
El ambiente cultural difundido por la mujer era inmenso. Las artistas plásticas como Celina Ferro en la primera mitad del siglo e Imelda Banchero en la segunda; al menos cinco conservatorios de piano dirigido por profesoras pianistas en el primer tercio de siglo (María del Carmen Barrera, directora del Conservatorio Buenos Aires, por ejemplo); las cantantes Eugenia Massé y Susana García; actrices como Emma Seghesso; bailarinas, deportistas, entre otras. El triunfo de los Aliados en la Primera Guerra Mundial (1918) fue ocasión propicia para que el Coro de Niñas de la Sociedad Italiana cantara en el marco de los festejos en el Teatro Victoria.
Algunas mujeres, además, se hicieron profesionales. Es el caso de María Josefa Narbaiz, quien obtuvo el título de Farmacéutica Nacional en 1928 y pasó a ser la primera profesional (mujer) de Victoria y la primera farmacéutica de Entre Ríos.
Las fábricas de Victoria fueron otro espacio ganado por las mujeres. De esta forma, integran a las numerosas obreras de las fábricas de Tabaco (década del 30) y la fábrica de Botones de nácar (1943).
Incontables fueron los aportes que las mujeres de Victoria han hecho a la educación en las siete colinas y en toda la región, siendo artífices principales del crecimiento y la impronta femenina en la sociedad en general.
Una victoriense contemporánea
LA SEMANA quiso hablar con una mujer que haya participado desde lo social y lo político a lo largo de su vida y que aún siga en el ruedo, por lo que este semanario se dirigió a la casa de Graciela Avendaño ciudadana victoriense, docente jubilada desde el 2003, ex Concejal de filas radicales y actual Presidenta del Hogar de Huérfanas , además de participar activamente en comisiones parroquiales.
Hija de padres grandes, su madre la tuvo con 45 años de edad, está firme en ella una empatía volcada en su actividad social y política, “siempre trato de estar en comisiones para servir, para seguir trabajando, mi objetivo es brindarme a la comunidad mientras lo pueda hacer”.
Algo de su historia
Durante la entrevista destacó en todo momento que su vínculo paterno, fue su directa conexión a las filas del centenario partido.
“Empecé entre los 19 y 21 años, yo estudié en Paraná en el Instituto Teresa de Avila, desde 1968 y me recibí en 1971; ni bien volví a Victoria voté por primera vez 1973, luego el gran compromiso para trabajar y estar alerta a la defensa de los derechos. Después sabemos lo que pasó en el país y cuando se abren los partidos políticos, hasta recuerdo cuando entré al comité a reafiliarme con mis dos hijas chiquitas”.
Su destaque profesional se dio desde la Asociación de Maestras Jardineras, también desde Agmer, cuando los argentinos estábamos bajo un gobierno de facto y cuando aquella funcionaba en la Agrupación Cultural Victoria, sabiendo llevar con firmeza su cargo de Supervisora de Nivel Inicial, luchando por los derechos docentes locales.
Usted tuvo una fuerte presencia política con el advenimiento de la democracia en 1983, ¿en qué difiere a su criterio la participación masculina de la femenina en política?
Claramente en el compromiso, las mujeres tenemos mucha fuerza, la figura femenina es fundamental en el hogar y en las instituciones. Si bien aclaro que yo nunca me he sentido dejada de lado por ser mujer, siempre he sido escuchada, he sido sostenida. La mujer puede hacer todo y cuando yo tuve que participar tuve una familia que me apoyó, eso es fundamental, ya que yo trabajé mucho tiempo fuera de Victoria, por lo que mi marido se quedaba con las nenas.
Graciela es Concejal con mandato cumplido, habiendo sido el mismo entre el 2003 y 2007 y aclara que nunca dejó ni dejará de participar en política, lleva en su sangre la participación en grupos con una mirada de trabajo social, pero destaca en su discurso el valor de saber darle lugar a la juventud y de poner a su disposición, todo el bagaje de conocimientos que la experiencia brinda.
Para finalizar recalcó que la democracia en 1983 llegó para no irse jamás, siendo ése el tesoro más grande que tenga un país.