Esta semana se conoció que en el jardín maternal que funciona en el Centro Integrador Comunitario los padres realizan ferias americanas para juntar fondos para la compra de materiales de primera necesidad en el funcionamiento de los jardines, cuestión que pondría en debate si el estado está cumpliendo con sus funciones.
Y a pesar que desde educación no se emitió opinión, si lo hizo el responsable de los Jardines Maternales Municipal, Carlos Firpo, quien intentó aclarar la situación dejando lamentables afirmaciones que el Estado municipal debería rever conjuntamente con las responsables de educación.
Los jardines maternales municipales, que no son guarderías, ya que este término desde hace varios años que se viene desterrando, dado que la principal diferencia se da que en las guarderías puede o no trabajar personal con formación docente ya que lo que se ofrece a los padres es el cuidado integral (comida, descanso, juegos, higiene) durante el período de horas que se necesite. En cambio, los jardines maternales son considerados establecimientos educativos reconocidos por el Consejo General de Educación como tales y en los que sí se desempeñan docentes de Nivel Inicial. Allí, se les ofrece a los papás un proyecto pedagógico para las criaturas que incluso les sirve de enlace con el Jardín de 4 y 5 años. Esto que pareciera una simple apreciación, no es algo menor cuando el funcionario municipal responsable brinda una entrevista en los medios de comunicación y confunde los términos.
Por lo tanto, el municipio de Victoria, el Consejo General de Educación y el Copnaf son responsables directos y no colaboradores de la educación de los niños en los diversos jardines maternales. Puntualmente en nuestra ciudad las funciones y responsabilidades están consideradas a través de un convenio entre las diversas partes (algunas de las cuestiones son que: el municipio se tiene que encargarse de las necesidades edilicias, asistentes, alimentación entre otras, mientras que el Consejo de Educación se encarga del personal docente que tiene la responsabilidad de acompañar a los niños en el proceso de aprendizaje y el Copnaf brinda determinados programas y partida presupuestaria para algunos jardines).
Muchas veces los padres preocupados que sus niños estén bien atendidos en el tiempo que permanecen en el jardín, y ante la falta de algunos elementos proponen alternativas para saldar esas necesidades; su espíritu paternal es más fuerte y actúa más rápido que el accionar de las personas que tienen competencia directa, en lugar de exigirle a las partes involucradas que realicen las gestiones correspondientes.
El municipio cuenta con presupuesto específico propio para el funcionamiento de los jardines aprobado por el cuerpo legislativo, además cuenta con aportes provinciales (mayores al millón cien pesos).
¿Sin papel higiénico?
El funcionario Carlos Firpo ante una entrevista con el periodista Sebastián Firpo en Fm90.3 mostró su desconocimiento en conceptos sobre el área que tiene a su cargo; reconoció que muchas veces el municipios no pueden garantizar el abastecimiento de elementos de primera necesidad como papel higiénico y confundió el concepto de responsabilidad con colaboración, cooperadora escolar con grupo de padre que desarrollan una tarea de colaboración (una cooperadora cuenta con estatutos, inscripción y funciones específicas de sus titulares).
“Hay comisiones de padres que están trabajando porque los jardines siempre están pidiendo cosas, entonces a veces se llega, a veces no. A veces nos quedamos sin papel higiénicos y los padres con esa platita que tienen, van y compran papel higiénico, compran pintura por ejemplo, nosotros pusimos la gente y pintamos todo Ovejitas de Jesús” contó el funcionario municipal en el programa radial.
Además agregó: “Lo mismo hicimos con el jardín maternal del hospital, se compró la pintura y nosotros pusimos la gente para que se pinte el jardín maternal. Es como una cooperadora normal, como tienen todas las escuelas” (acá existe una confusión del funcionario).
Firpo no dudo en deslindar responsabilidades en las directoras de radio que dependen de la Supervisión de Nivel Inicial del Consejo General de Educación por eso aclaró: “Lo charlan con las directoras de radio, son ellas las que organizan las ferias americanas, ferias de platos” entre otras cosas contó: “Compraron para el cerco y acá gente de la municipalidad les colocó el cerco. Nosotros tenemos ocho jardines, El Portal de Belén, los refugios y a veces pedimos un artículo de limpieza, da vuelta, da vueltas hasta que nos compra y es algo que realmente se necesita urgente” dijo. Este semanario consulto a fuentes municipales sobre el proceso administrativo y logramos conocer que en varias ocasiones el funcionario ha mostrado descuidos en el manejo de órdenes de provisiones para hacer las reservas de los elementos correspondientes para el buen funcionamiento de los jardines.
Casi al final de la charla el funcionario volvió a reiterar: “El asunto de este manejo es más de las directoras de radio…el chico que va ahí se le da una merienda, se le da de comer y todo es gratis, si vos vas a pagar una guardería privada, te matan. Nosotros no nos quejamos, pero a veces los padres forman comisiones hablado con las directoras…” puntualizó.
Diferencias
Jardín Maternal: Además de satisfacer las necesidades básicas, se realiza una intervención pedagógica, teniendo en cuenta los conocimientos previos. Se estimula con una intervención pedagógica planificada, evaluada, con vistas al futuro. Se realiza un plan de trabajo sólidamente fundado en principios psicopedagógicos y afectivos. Se cuenta con personal idóneo, capacitado y profesional. Las puertas del Jardín están siempre abiertas para la participación de la familia como parte integrante del proceso enseñanza – aprendizaje. Se realiza una capacitación permanente y un asesoramiento continuo.
Guarderías: Sólo se satisfacen las necesidades básicas comunes: alimentación, sueño e higiene. No hay una intención pedagógica en la intervención docente. No se elaboran planes de trabajo: diagnóstico, pronóstico, plan anual y plan periódico, con las evaluaciones correspondientes. Generalmente el personal que trabaja no cuenta con la capacitación adecuada. Tanto los padres como la familia en sí, no interviene ni forma parte del proceso enseñanza – aprendizaje. No se realizan capacitaciones.