Será durante un encuentro que mantendrá la conducción de la central obrera con los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca. “Con una ley no solucionamos nada. Si fuera así, como dice el Presidente, hagamos una para ser todos felices. La ley de Primer Empleo fue pensada para reemplazar a trabajadores con antigüedad por jóvenes con menos derechos. Esperemos que no quieran insistir con esta línea”, afirmaron los dirigentes sindicales. Hasta anoche la reunión estaba pautada en la Casa Rosada a las 18 horas, con la participación de Carlos Acuña, Héctor Daer y Juan Carlos Schmid como únicos miembros de la central obrera. El sondeo que hicieron los propios líderes no logró dar con referentes de peso del sindicalismo peronista en Buenos Aires para acompañarlos. Entre las modificaciones al proyecto para ingresantes al mercado laboral que la administración de Mauricio Macri les exhibirá a los gremialistas figura un mecanismo para evitar su uso, por parte de los empresarios, para canjear trabajadores con salarios mayores y estabilidad por jóvenes precarizados. Se trata del punto más crítico que se desprendía de la iniciativa presentada el año pasado por el Ejecutivo al Congreso y que más había obstaculizado su debate entre los bloques peronistas. De hecho, la CGT había actuado para disuadir a las bancadas del Frente Renovador, el Frente para la Victoria y el Bloque Justicialista de permitir cualquier avance de la iniciativa, que ni siquiera logró dictamen de la Comisión de Legislación del Trabajo. “Con una ley no solucionamos nada. Si fuera así, como dice el Presidente, hagamos una para ser todos felices. La ley de Primer Empleo fue pensada para reemplazar a trabajadores con antigüedad por jóvenes con menos derechos. Esperemos que no quieran insistir con esta línea”, le dijo ayer al diario Ámbito Financiero Carlos Acuña, uno de los miembros del triunvirato de la CGT. La reunión fue pautada para las 18 con la participación de Acuña, Héctor Daer y Juan Carlos Schmid como únicos -al menos hasta anoche- miembros de la central obrera. El sondeo que hicieron los propios líderes no logró dar con referentes de peso del sindicalismo peronista en Buenos Aires para acompañarlos. Para el Gobierno, un eventual guiño de la CGT favorable a su paquete de reformas legislativas será decisivo para quebrar la oposición parlamentaria. De hecho los funcionarios lo comprobaron a fin de año cuando lograron la aprobación de los cambios en Ganancias, hasta ese momento bajo el control opositor, sólo después de pactarlos en un encuentro con el triunvirato y la “mesa chica” de la organización. En este caso la apuesta oficial es quizás más compleja: detrás del proyecto para debutantes en el mercado laboral (en el Ministerio de Trabajo ya no hablan de Primer Empleo sino de Empleo Joven) intentarán colar el blanqueo laboral que ideó el secretario de Empleo, el ex Techint Miguel Ángel Ponte, junto con otra iniciativa de su autoría relacionada con las pasantías, que en la cartera prefieren denominar “prácticas formativas” o “esquema de aprendices”. En este último caso, el acento está puesto en que serán modalidades de aprendizaje “no laborales”, es decir que no generarán obligaciones indemnizatorias para el empleador ni tendrán costos asimilables al de un trabajador. Como parte del blanqueo en el gobierno se llegó a pensar en una rebaja generalizada de las cargas patronales. Es decir, aplicable a los nuevos empleados pero también a los que rotan de un empleo a otro. Ayer en Trabajo aclararon que esa posibilidad quedaba descartada de momento y que, en caso de haber una reducción de aportes y contribuciones sólo sería para ingresantes al mercado laboral. Restará definir si por nuevos trabajadores serán considerados sólo los iniciados en el mercado laboral o también los trabajadores no registrados que podrían ser sujeto del blanqueo. |
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RESUMEN DEPORTIVO