El viernes a pocas horas de asistir al acto por el día del militante que se realizó en el Club Banfield, Laura Stratta, en una postura relajada y como quien se dispone analizar la compleja realidad que atraviesa la ciudad, la provincia y el país, deja su celular a un costado, como alguien que tiene que estar atenta a sus responsabilidades en el gobierno provincial y comienza a dialogar sobre la realidad que atraviesa del peronismo.
Stratta, no se muestra tan verborrágica como en otras ocasiones, sino más reflexiva y pareciera que analiza cada termino antes de decirlo. Además considera que puede escuchar a los diversos sectores y valorar la diversidad de miradas y opiniones.
– Como una de las referentes del Peronismo, ¿le molesta que la oposición casi en forma permanente hable de una pesada herencia?
No, la verdad que no, quizás la herencia les pesa porque era para todos y no para unos pocos.
Lo que me preocupa, como a la mayoría de los argentinos, es cómo quedará la Nación al término de la actual gestión, porque es fácil hablar del pasado, no dar respuestas en el presente y generar expectativas que no se cumplen.
Además, no se trata sólo de lo que se dejó, sino a dónde nos quieren llevar. Cuando se asume una responsabilidad, se asume todo, con los aciertos y desaciertos, asumís y tenés que ponerte a trabajar.
– ¿Cómo es formar parte del gobierno provincial y a la vez ser la Presidenta del Consejo Departamental Justicialista de su ciudad?
Es ante todo un gran honor y una gran responsabilidad ser parte del equipo de gobierno de Gustavo Bordet y que los peronistas de Victoria hayan confiado en mí para conducir los destinos de la Departamental. Trabajo cada día para estar a la altura de estos desafíos.
La gestión es compleja, tanto como el momento que nos tocó y nos toca atravesar. Ni bien asumimos, tuvimos durante casi seis meses la emergencia climática más importante del último siglo, que afectó a todo el territorio provincial, con algunos focos importantes como el de Concordia. Trabajamos mucho y articuladamente con todos los gobiernos locales, al punto tal que no ha habido ni un solo cuestionamiento a cómo se manejó la emergencia, ni siquiera de la oposición, con cuyos principales referentes estamos en permanente trato y contacto.
El Gobernador nos pide mucho diálogo. Cada decisión o acción hay que reflexionarla, para no equivocarnos, para sostener las relaciones institucionales y políticas, porque cualquier mal accionar nuestro puede afectar enormemente la vida de los entrerrianos.
Y en lo político, trabajamos con la misma sintonía: escuchando y conteniendo al compañero, aprendiendo de ellos que son los que están en la calle diariamente en esta tarea que tenemos de que el peronismo vuelva a enamorar a la sociedad.
No es tan sencillo, pero soy alguien que acepta los desafíos y trata de comprometerse. Además, soy muy autocrítica.
– Mucho se habló y se sigue hablando de “la grieta”, ¿Cuál es su opinión?
Siempre ha habido opiniones diversas en la sociedad, a veces más marcadas y otras no tanto. La historia nacional está cargada de dicotomías, que cada uno evaluará a su manera, porque no a todos nos moviliza lo mismo.
Uno puede escuchar a un sector, al otro y se da cuenta que cada uno lucha por esa realidad que tiene y no me parece mal. En lugar de hablar de grietas, prefiero hablar de tolerancia, de miradas distintas, pero jamás de enemigos. No debe asustarnos que haya opiniones distintas o maneras diferentes de ver las realidades y de proponer soluciones a los problemas que se presentan.
– Justamente en las últimos meses algunos ex funcionarios hablan de una “guerra sucia”, ¿Usted lo percibe de esa manera también?
Como te venía diciendo: existe una fuerte disputa de sentido, de interpretación de la realidad y de las alternativas de salida, pero si no hablo de enemigos, menos podemos hablar de guerra.
Sí hay que marcar que es más que interesante ver como muchos de los que criticaban algunas acciones de la gestión anterior, ahora parece que se olvidaron de lo que planteaban en campaña y toman decisiones que contradicen lo que presentaron como plataforma. Es la sociedad la que juzgará eso. Todos nos equivocamos, pero deberíamos tener cuidado en ilusionar al ciudadano con cuestiones que luego no se pueden o quieren cumplir.
– ¿Qué cree que sucedió para que un gobierno que supuestamente logro tantos derechos para sus ciudadanos no haya sido revalidado con el voto?
Ahí tiene que estar la autocrítica del peronismo. Y eso va a ser un proceso que nos va a llevar un poco de tiempo y está bueno que sea así. De todo se aprende y esto nos tiene que fortalecer. El justicialismo, a lo largo de su historia, ha atravesado dificultades mucho mayores y siempre salió adelante, fortalecido. El Gobernador Bordet marcaba hace unos días una realidad interna del PJ: no tenemos liderazgos en estos momentos, tendrán que decantar. Y para eso hacen falta tiempo y los mecanismos adecuados, como resolver en internas las candidaturas.
– ¿Por qué el peronismo sigue tan divido ahora que es oposición?
No hablaría de división, quizás nos está faltando reencontrarnos, debatir internamente, dar el lugar para que todos se expresen y que dejemos de mirarnos de reojo para aprender a aceptarnos con nuestras diferencias, pero llevando las banderas del peronismo. Es un gran ejercicio que, obvio, no es fácil. Eso no se reconstruye mirando desde la vereda de enfrente, sino comprometiéndose y sumándose. Para acercarse al peronismo, nadie necesita invitación, las puertas están siempre abiertas.
Es necesario que comprendamos que el compañero que piensa distinto, no es un enemigo, sino que hay que respetarlo porque tiene otra mirada; tenemos que volver a enamorar al electorado, porque palpamos mucha decepción con las políticas que se están implementando y ahí está el trabajo de cada uno de los militantes del peronismo. Sabemos hacerlo y estoy segura que lo vamos hacer muy bien.
– Ya pasaron más de 11 meses, ¿Por qué ganaron Macri y Maiocco?
Hubo mensajes de la sociedad que quizás no supimos interpretar y no tuvimos la habilidad para repensar nuestro rol como fuerza política en este nuevo escenario.
Es claro que en parte la elección local la perdimos nosotros y en parte la ganó un frente electoral con un slogan de campaña pero sin proyecto ni equipo y los resultados están a la vista: nadie necesita que le expliquen lo que está pasando en la ciudad, porque los victorienses sufrimos la crisis institucional.
Debemos contener y convocar para volver mejores. Porque si no volvemos mejores, será señal que no aprendimos nada. Hoy hay gente que se queda son laburo, que está pasando mal, y si no comprendemos eso, si no encontramos alternativas, soluciones y proyectos, no seremos una opción válida.
– A veces pareciera que hay más peronistas en el pueblo, que en la dirigencia, ¿Cómo lo ve?
Los dirigentes tenemos que tener gran capacidad de escuchar al otro, porque la fortaleza te la da la gente, los dirigentes podemos debatir mucho, pero si el ciudadano no te da el aval de nada sirve. Destaco por eso el rol de los jóvenes y de las mujeres, porque a pesar de que muchos dirigentes estábamos golpeados luego de la derrota, ellos a su estilo seguían movilizados.
– Hay quienes opinan que los concejales del Frente para la Victoria están haciendo una oposición light en la ciudad, ¿Coincide con eso?
Me encuentro frecuentemente con ellos, soy muy respetuosa de su trabajo, porque los veo que están comprometidos con la acción que les toca realizar.
Hay que comprender que el pueblo puso al peronismo en un rol opositor, pero eso se tiene que dar de una manera responsable; nosotros sabemos lo que es gobernar y nos preocupa la institucionalidad y el respeto por las autoridades constituidas, porque hemos padecido a quienes no tuvieron esa misma responsabilidad.
Creo que las compañeras y compañeros del bloque hacen un buen trabajo. Es claro que siempre es necesario que ellos tengan la capacidad de escuchar al partido, porque hay muchos compañeros con experiencias, que pueden colaborar y enriquecer sus propuestas.
– ¿Se puede caer antes de tiempo el Gobierno del Frente Cambiemos?
No se puede aventurar una respuesta, porque hay que ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
Cambiemos tiene una tensión interna no resuelta entre sectores del PRO y del radicalismo, principalmente, que mantiene en vilo toda la estructura del Gobierno. Eso se nota más en algunos gobiernos locales, como el de Victoria. De cómo se resuelva esta situación dependerá la gobernabilidad que tendrán.
Como te decía recién: el peronismo mantuvo y mantiene siempre un rol institucional importante, serio y de respeto a las autoridades elegidas por el pueblo. No hay elementos por fuera del propio partido de gobierno que provoquen zozobras.
(La nota completa en La Semana)