La impaciencia y el hartazgo ante el horror de los femicidios cotidianos las volvieron a reunir en el grito terminal de ¡Ni una menos, vivas nos queremos! Grito que se repite sin que nada cambie. Ya hubo dos marchas multitudinarias y los asesinatos siguen. Las mujeres volvieron a decir basta y armaron la primera huelga de mujeres en Latinoamérica. De 13 a 14 hicieron paro. Y a la tarde se movilizaron en de todo el país. quedó desbordada a pesar de la lluvia, del viento.