Nadie tiene memoria de una creciente tan extendida en el tiempo. El ecosistema del delta parece devastado y las especies que pudieron, escaparon a la ciudad, con los inconvenientes que esto implica. Para la biólogo Vanesa Pacotti, de la ong “El Paraná no se Toca” aunque con modificaciones, las especies volverán a repoblar la isla.
- Las nutrias o coipos que se pueden ver en la costa están flacos. Sabemos que mucha gente las come. ¿No hay problema con el consumo de este tipo de carne?
- Los coipos construyen madrigueras en la tierra y eventualmente hacen camas en los camalotes. Ahora al no tener la tierra, no descansan bien. Tampoco consumen las hierbas que son de su dieta, sino que comen hasta corteza de los sauces. Esto hacen que estén en una mal estado sanitario, por lo que suelen tener muchos parásitos, por lo que su carne no es saludable.
- ¿Es normal la aparición de los yacarés en nuestra zona?
- Los yacarés no son ajenos a esta zona, se han retirada un poco pero pueden seguir apareciendo.
- ¿Del lado de Rosario, los animales silvestres también “chocaron” con la civilización?
- Se pueden ver varios coipos, con el agravante para los animales que después de la avenida no van a encontrar nunca pasto. Por suerte de este lado no hay tantas emergencias y Defensa Civil rescata los animales que la gente denuncia y lo llevan a la oficina de Medio Ambiente que esta debajo del Puente Victoria – Rosario. Para todos, nuestro mensaje es no matar a los animales, ni correrlos. Dejarlos lo más tranquilo posible y avisar a las autoridades competentes.
- ¿Cuando pase la creciente, se recompondrá la fauna en las islas?
- Tardará en recomponerse. Ahora ya no se ven ratones porque evidentemente la merma ha sido importantísima. Estos ecosistemas son super dinámicos, y cambian con cada inundación. Antes de la inundación del 82 había cuises, que ahora ya no se ven. La isla continuamente está cambiando, la inundación cambia también la composición de las especies extinguiéndose algunas y colonizando otras. También cambia la geografía, se modifican los bancos de arena…
- ¿Será por eso que los ratones rojos que invadieron la ciudad en la anterior inundación no se vieron en esta oportunidad?
- Si la fauna se autorregula. En algún momento había un montón de ratones, de estos se alimentaban los caranchos, que como consecuencia aumentaron también su población y comieron más ratones .
- Han solicitado acciones concretas para evitar la matanza de animales en el viaducto. ¿Qué respuestas han tenido?
- Solicitamos al concesionario Caminos del Río Uruguay que cree algunos pasos de fauna para que los animales pasen de un lado a otro de la ruta. Esto consiste en hacer estudios que determinen en qué zona se concentran la mayor cantidad de animales que cruzan de un lado a otro a través de túneles o puentes cubiertos de vegetación. También pedimos radares para los vehículos disminuyan la velocidad, o por lo menos cartelería. También solicitamos intervención del Occovi y se comunicaron con nosotros para decirnos que iban a realizar algo, pero lo cierto que ningún órgano oficial hizo la más mínima acción sobre el tema. Solo nosotros, con voluntarios de “El Paraná no se Toca”, venimos de principio de año realizando campañas de concientización, entregando folletos, en el peaje y en las cabeceras de Rosario y Victoria para pedirle a la gente que vaya más despacio, porque la verdad, que además de ayudar a la fauna y a la seguridad vial, no nos demora más de 10 minutos cruzar el humedal .
- ¿Falta personal para cuidar nuestro delta?
- En Santa Fe hay 20 guarda faunas para toda la provincia. Ustedes en la Delegación de Islas tienen cuatro o cinco personas trabajando y una sola lancha, que hasta a veces se rompe…¿Una lancha y cuatro personas para controlar 370 mil hectáreas?….Totalmente inviable.
- ¿Con la creciente se terminó el problema de los terraplenes?
- El agua les pasó por encima, pero hay que estar atentos porque cuando baje es posible que quieran hacerlo ahora de cinco metros. Todas estas construcciones son ilegales, pero como nadie controla, te limitan 10 mil hectáreas y después es difícil de desmantelar. Hay que pedir que no se permita pasar máquinas por el puente y realizar controles periódicos. (La nota completa en La Semana)