Varias de las piezas que integran esta muestra -que permanecerá abierta al público hasta fin de mes- formaron parte de la exposición conjunta que Firpo hiciera con León Ferrari -última en vida del célebre artista- en el centro cultural que funciona en las que fueran las instalaciones de la Esma.
Respecto a Banderas, el curador Juan Pablo Pérez señaló que “La muestra Banderas de Yaya Firpo presenta una serie de trabajos en collages y grandes telas bordadas donde pone en juego las paradojas que se dan en el contexto de la globalización con la máxima posmoderna en la que todos somos ciudadanos del mundo, y los limites que definen las fronteras territoriales de los Estados Nacionales, que en el siglo XXI, recuperaron el rol protagónico como garantes del orden político, social y cultural luego de la triste y larga noche del neoliberalismo. Fragmentos de banderas en telas zurcidas, mapas descentrados, recortados y transformados en nuevos sentidos encuentran una materialidad simbólica de colores reconocibles en franjas y estrellas que dialogan con los actuales conflictos migratorios europeos, zonas de contacto que requieren del pensamiento fronterizo ante los nuevos exilios forzados y la posibilidad metafórica de acceder a un territorio que pone en tensión los discursos deslocalizados entre la identidades en tránsito y el arraigo geopolítico.
Las banderas de Firpo hablan de los imperios y sus correlatos bélicos en el presente. ¿Qué es lo que vemos en sus obras? Un pabellón patrio, un estandarte, un símbolo, un ‘sucio trapo rojo’, una obra que interpela múltiples íconos representativos de las identidades nacionales. Allí nos podemos encontrar con una bandera de los Estados Unidos de América, que nos recuerda la pieza clásica que anticipa el arte pop norteamericano de Jasper Johns Tres banderas (1958); pero en esta oportunidad, trabajada -en clave antiimperialista- con tela de camuflaje militar en reemplazo de los rojos y azules. Y otra bandera de la serie es la del Estado de Israel, en la que el diseño de la cruz de seis puntas aparece bordado minuciosamente con tela de los pañuelos palestinos comparados en el barrio de once. Una simple imagen condensa las paradojas del conflicto latente en medio oriente. Pero ¿cómo seguir pensando la relación política entre estados, poderes, pueblos e identidades territoriales?
La obra de Yaya Firpo pone en tensión la naturalización icónica de los emblemas nacionales en cuyo zurcido intenta reparar y ampliar sus fronteras, entre grietas y tramas deshilachadas, ya no las marcas del poder inflingido desde las esferas superiores hacia los niveles más bajos de la sociedad, sino la necesidad de los pueblos de reencontrar nuevos sentidos simbólicos que alcancen la liberación y la construcción del territorio propio”.
RESUMEN DEPORTIVO
