Aparentemente alcoholizado de manera consistente, el inadaptado fue retenido por la Policía cuando ya tenía las manos cortadas por los vidrios y sangrando considerablemente, por lo que fue trasladado al hospital Salaberry para que recibiera la atención médica del caso.
En la ambulancia, de la firma Emevic, tampoco se mantuvo calmado, y en su intento de escapar y resistiéndose a la atención médica causó varios daños que llevaron a la empresa a denunciarlo.
Tras ser atendido en el hospital, fue trasladado nuevamente a la jefatura, donde fue identificado fehacientemente, quedando hoy por hoy pendientes las demandas por daño en su contra.
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