El 15 de octubre se cumplieron dos años de la quiebra de la empresa Bonesi dictada por el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 16. En el local de calle Ezpeleta, frente a la placita Merceditas, solo vestigios quedan de lo que fuera la casa de electrodomésticos que revolucionó las ventas con sus planes de cuotas a largo plazo, en especial durante el esplendor de ventas de los años 2007 y 2008, pero todo se comenzaría a derrumbar un año después, y decantaría en la quiebra de la firma, y un gran desconcierto de muchas familias victorienses que comenzaron a recibir llamadas telefónicas de entidades bancarias y estudios jurídicos para la cobranza de las cuotas. Así la gente no sabía dónde abonar, ya que la firma por un tiempo siguió cobrando y muchos ante la incertidumbre, la complicación, y la desinformación dejaron de pagar confiados que podían salir favorecidos con la situación. Pero ahora muchos han sido contactados por la firma GFC y Asociados S.A, quienes son hoy los tenedores de los créditos que se emitieron por Bonesi y no se pagaron, que en Victoria suman un total de 2341
Que pasó
La firma de electrodomésticos logró gran éxito por las facilidades de financiación de sus productos de hasta 36 cuotas, financiación que tenía tres vías: una a través de créditos propios, otra a través de créditos personales para bienes de consumo del Estándar Bank, y una tercera del Banco de Valores que opera en el mercado con banco mayorista. En estos dos últimos casos Bonesi actuaba como administrador y cobrador de créditos. Lo que sucedió fue que la firma, cobraba a sus clientes las cuotas, pero en vez de depositarlas inmediatamente a los bancos procedió a retenerlas, maniobra que al ser detectada, provocó el accionar penal de las instituciones bancarias, y la Justicia resolvió que la cadena de electrodomésticos tenía cinco días para depositar en las cuentas fiduciarias los $12,7 millones que cobró a sus clientes y no pagó al banco Standard Bank. La pena era una multa de 0,10% diario sobre la deuda, y todo se derrumbó declarándose la empresa en quiebra.
A quién le pago?
Al detectarse las retenciones, el banco acreedor de los créditos contactó a los clientes informándoles que debían pagarle a través del sistema de Pago Fácil, mientras que la firma seguía cobrando en sus sucursales y es allí donde se gestó el principal conflicto tanto para los bancos, como para los consumidores. La Semana se comunicó con Marcelo Goláz, responsable de la firma que es tenedora de los pagarés y que desde hace más de un año esta contactando a los deudores para conocer la dimensión de la problemática. En esta cuestión la actuación de los bancos fue el cobro directo a través de las bocas de pago fácil.
“La provincia de Entre Rios trabajó de mejor forma que otras, y los consumidores no fueron tan afectados…Los bancos como primera cuestión lo que pidieron fue que Bonesi presentara una declaración jurada de la totalidad de las cuotas que habían cobrado hayan sido giradas o no, porque lo que los bancos tenían como acreencia en realidad no eran tal, y no se podía solicitar un doble pago”. Es que la gente había pagado por ejemplo 10 cuotas, pero al banco solo habían sido giradas 3. Otra situación que se dio en Defensa del Consumidor de Victoria, es que mucha gente siguió pagando en la sucursal local de la cadena, pero a la hora de solicitarle los comprobantes que le habían dado los empleados, tenían sello, pero no la firma, careciendo por consiguiente de valor. “Ni bien se libró la orden del juez de que la empresa no cobrara más los préstamos, en Entre Ríos todas las sucursales acataron en forma inmediata, de allí que podemos definir con toda certeza que todo vencimiento posterior al 30 septiembre del 2009 no podía ser cobrado por Bonesi, y así el panorama quedó más claro”, explicó. “Mucha gente desconocía que había comprado a través del banco, y en su afán por obtener el producto firmaban sin saber que eran pagarés, que son los que hoy tenemos en nuestro poder y que solo serán devueltos con la cancelación de las deudas”.
Fue tal el furor de compra de aquellos años, que hay casos de deudas de victorienses de hasta 25 mil pesos, y compras de hasta 10 productos de un mismo cliente.
El tiempo pasó y la deuda quedó
El desconocimiento de que había un compromiso con los bancos, la desconfianza que generaba el contacto telefónico de las entidades bancarias, los malos consejeros, y problemas con el sistema de Pago Fácil que proponían los acreedores para que la gente abonara, se transformó en un coctel amargo para los desconcertados consumidores que desistieron de pagar, algunos con la ilusión del “pague Diós”. Pero la fe no salva deudas y los pagarés salieron a la luz, aunque pasaron ya más de dos años de la toma del crédito, por los que los intereses inflaron considerablemente las deudas. “Las demoras se dieron por los problemas para obtener los datos de cada uno de los clientes, lo que llevó mucho tiempo, ya que hay que hacer una gestión individual, en todas las sucursales…Basta mencionar que son alrededor de 70 mil el total de los créditos no cobrados”, explicó Golaz, quien puso a disposición varias vías de comunicación para aquellos que quieran regularizar sus deudas, contando también con planes en cuotas y otras facilidades.
Dónde llamar
La empresa que tiene a cargo el cobro de las deudas viene trabajando en conjunto desde hace varios meses con las oficinas de Defensa al Consumidor de las distintas ciudades, por lo que esta es una buena opción para aquellos que hayan recibido intimaciones. Aquellas personas que deseen solucionar el tema y cancelar las deudas directamente con los acreedores pueden comunicarse a los teléfonos 0810-888-4343 ó 0810-444-4343 en el horario de lunes a viernes de 08.00 a 20.00 y sábados de 09.00 a 12.30, también pueden contactarse vía mail a [email protected] ó [email protected]; en todo casos se necesita que se consigne apellido y nombres de los titulares y número de dni.
(El informe completo en La Semana)
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