El 2014 es el año donde regresó a la ciudad uno de los espectáculos que despierta más pasiones: el turf. Durante décadas, después de la clausura en 1994, el amor por las carreras de caballos se canalizaba a través de las cuadreras, de difícil control y limitadas medidas de seguridad. Hoy el hipódromo Status completó con gran éxito, su novena jornada tras su reapertura el 12 de enero con un marco de público como el de sus mejores épocas, oportunidad en que se realizaron carreras de 1000-1100 y 1200 metros en un programa que incluyó diez competencias, aunque ya esta completo el domo y en un futuro no muy lejano se podrán realizar carreras de 1800 y 2500 metros, como en los principales hipódromos del país.
Atractivo turístico
Pero el ex hipódromo El Ceibo no es solo un lugar para apostar y disfrutar de las carreras, la gente de Victoria ya lo ha hecho propio y lo incluye como un espacio más del paseo dominguero, por su verde sin igual, y sus amplias y cómodas instalaciones. Mientras algunos hacen sus apuestas, otros disfrutan de un asado, o unos mates en los frondosos eucaliptus. Todo el lugar es una invitación permanente a reencontrarse con la naturaleza, por lo que ya se incluye el lugar como uno de los atractivos turísticos más importantes de la región, como el Casino, el complejo termal y la Abadía.
El futuro
Para los que esperaban la reapertura del hipódromo, pareciera que falta muy poco para completar el proyecto, en especial si se tiene en cuenta que los casi 100 boxes ya están prácticamente ocupados, entre los que los alquilan para sus animales en forma permanente y los que quedan a disposición de los ejemplares de competencia. Pero el proyecto vas mucho más allá: en una etapa posterior los empresarios aspiran a avanzar en la construcción de espacios para nuevos servicios, se piensa en un centro de equitación, un espacio para la práctica de la equinoterapia y hasta una pista de polo.
(La Nota completa en La Semana)
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