Así, el mandatario se mostró como un continuador del modelo, al cual no le encuentra ni fallas ni grietas y sobre el que dijo “apoyan y acompañan el 60% de los argentinos”.
La marca de “la continuidad” no fue una expresión casual en Urribarri y tuvo además un destinatario directo: su par de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, quien también ha blanqueado ya sus intenciones presidenciales para el 2015.
“Yo soy la continuidad del modelo, Scioli en cambio, tiene un proyecto propio y distinto” sentenció para diferenciarse de quien fue la cara del kirchnerismo en los días en que Cristina estuvo fuera de la escena pública por su largo posoperatorio. “Yo soy K paladar negro”, definió.
El gobernador de Entre Ríos, que el 1 de marzo panfleteó los alrededores del Congreso durante la apertura de las sesiones ordinarias, con una imagen suya junto a Cristina y Nestor Kircher, exclamó contra lo que muchos piensan que “no estamos en el fin del modelo K”.
Consciente de que no será el único que se ponga el traje de candidato K, opinó que los otros presidenciables además de él y Scioli, son “el ministro Florencio Randazzo, el gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich”.
En ese sentido, hizo la salvedad de que “la señora presidenta será la gran electora” pero aclaró que “todo se resolverá dentro del proceso electoral de las PASO” (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias).
Con una impronta afable ante los principales problemas de la coyuntura que enfrenta el gobierno nacional, Urribarri minimizó los efectos de la inflación y el narcotráfico sobre los que sugirió que están más en la agenda de los medios que de la gente e indicó que el gobierno nacional está combatiendo con efectividad”.
“Julio Cobos actuó con oportunismo al criticar la reforma del Código Penal. Nadie la conoce por el borrador; lo tienen solo los autores”.
RESUMEN DEPORTIVO
