Para promover su elección se realizó días atrás en Federación una jornada donde se presentaron las bondades y los beneficios económicos que implica la fabricación de viviendas con la materia prima que ofrecen los árboles. Los industriales y forestales del rubro se propusieron “derribar mitos” y en ese camino avanzan.
Ciudades como Federación, Chajarí y también Concordia entre otras han desarrollado a lo largo del tiempo una industria en el rubro que se destaca. En la segunda mitad de 2012 la producción de Entre Ríos contaba con unas 110.000 hectáreas de explotación maderera a utilizarse en distintos tipos de emprendimientos.
En este contexto se concretó la actividad en Federación, organizada por Industriales Madereros y Forestales de Entre Ríos (Imfer) en la que se pusieron en discusión aspectos que hacen a los beneficios que representa la construcción de viviendas con este material.
Aspectos positivos
Javier Mestres, gerente de Imfer, es ingeniero forestal y contó a UNO las ventajas con respecto a la madera como material para viviendas. “Por un lado la construcción es en seco y rápido. La experiencia que hicimos con el INTA de Concordia nos mostró que a los cuatro días de iniciada la obra ya teníamos el techo colocado”, se refirió a la prueba realizada en esa ciudad, donde además hoy se estudian estos aspectos.
Mestres sostiene que las casas de madera, en sus comodidades, son iguales en cuanto a las posibilidades de los espacios y ambientes que aquellas construidas con materiales tradicionales. “Pero son menos húmedas y esta no sube por las paredes desde el suelo por capilaridad”, agregó.
Otros aspecto positivo es la climatización. En verano se estima que estas viviendas concentran 10º menos que la temperatura ambiente y en invierno unos 12º más. Por lo menos, así lo indican los resultados de las pruebas que se realizan con censores en la casa hecha en Concordia. “La madera es aislante y además los paneles llevan un material que cumple esta función”, sostuvo Mestres.
Menos costos
Con respecto a los precios, Mestres sostiene que las casas de madera son un 20% más baratas que una igual de material y en calidades similares, aunque no es tan fácil marcar esa diferencia solo en la construcción.
La ambientación que generan por ejemplo, provoca ahorro de energía. “Es muchísimo menos lo que se gasta en calefacción y refrigeración y también hay menos gastos de mantenimiento”. Ante un caño roto no es necesario romper una pared, solo hace falta sacar un panel que luego se vuelve a colocar.
El especialista sostiene que Argentina aún es incipiente en el desarrollo de viviendas de madera, pero la iniciativa crece con el tiempo, sobre todo cuando se dan a conocer los aspectos expuestos. Además afirma que si se construyen de forma industrial y la demanda es sostenida, los costos se abaratarían.