A 13 años de LA 125 “fue una revalorización de los derechos de los productores” Juan Diego Etchevehere

Hoy 11 de marzo, se cumplen 13 años de las retenciones impositivas al campo, que uniera oportunamente en franca lucha, a todo el sector agropecuario; además de ser aquel escenario, la punta de lanza de la participación en política, de mucha gente del agro. Desde LT39 NOTICIAS, hablamos de aquellos días, de la mano del productor agropecuario Doctor Juan Diego Etchevehere. Video entrevista.

En diálogo con nuestro medio, el Doctor Juan Diego Etchevehere,  recordó aquel día, que comenzó en la noche del 11 de marzo 2008 y finalizó en la madrugada del 18 de julio del mismo año, con la emblemática frase “mi voto es NO positivo”.

Época aquella atravesada por una tríada que hace espejo en la Argentina 2021, conformada por Cristina Fernández de Kirchner como presidenta (hoy vicepresidenta); Alberto Fernández en la jefatura de gabinete (hoy presidente) y Martín Lousteau como ministro de Economía (hoy en el Congreso de la Nación en filas radicales).

Etchevehere nos habló, no sólo desde su lugar de pertenencia al sector rural como productor agropecuario, ya que en la actualidad, hace las veces de delegado de Entre Ríos ante SRA, Sociedad Rural Argentina; además de ser candidato a Director por el Movimiento Compromiso Federal (SRA).

Sino también desde su transitar institucional en la política, tanto como ex  presidente del CEER (Consejo Empresarial de Entre Ríos);  ex titular del Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones) y como ex presidente de Fundación Pensar.

“La 125, fue una revalorización de los derechos de los productores y de los argentinos que buscaron revalidar, los principales derechos  de la Constitución Nacional”, dijo enfático; dejando en evidencia luego, en su alocución, que claramente aquellos días, reflejan algunas situaciones vividas en el presente, “hay parámetros coincidentes en ese 2008, que generaron múltiples protestas, con lo que sucede hoy en Argentina”.

Amén de aseverar luego, que aquel conflicto, fue siembra y cosecha de “una bocanada de aire fresco en la política”, en clara congruencia con la consecuente participación en las lides políticas, de personas del sector rural. (video)

Cronología de LA 125…129 días de conflicto

Corrían las horas nocturnas de aquel 11 de marzo del 2008; cuando el entonces ministro de Economía, Martín Lousteau, anunció la Resolución 125 que elevaba la alícuota de retenciones al sector agropecuario; firmada aquella, por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, como Jefe de Gabinete.

A partir de allí, tal determinación, hizo espejo en un conflicto “gobierno vs campo”,  que no sólo duró 129 días; sino que claramente hizo raigambre, en un vínculo que no ha logrado sanar.

El 12 de marzo de 2008 comenzó una huelga de comercialización de granos, anunciada por la Mesa de Enlace Agropecuaria que agrupaba a las cuatro principales entidades del campo (Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Federación Agraria Argentina y Coninagro). Como explicaron luego los dirigentes, los unió el espanto.

Luego vinieron los cortes de ruta, las movilizaciones, los cacerolazos en la Ciudad de Buenos Aires, las contra-marchas K (con Luis D’Elía y Guillermo Moreno reconquistando la Plaza de Mayo).

Todo tuvo un final de película la madrugada del 18 de julio en el Congreso, con una votación empatada en el Senado. El voto decisivo y no-positivo fue del vicepresidente Julio Cobos, parte del “radicalismo K”,  no apoyó la medida y provocó una derrota política contundente del kirchnerismo.

Con la medida tomada por Casa Rosada, el sector agropecuario llamó al paro. Una semana después, el Gobierno fue tajante: “No va a haber cambios”, dijo Lousteau. Las movilizaciones y los cortes de ruta en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba eran inocultables. Comenzó un fuerte desabastecimiento en las grandes ciudades. Uno de los grandes errores fueron las frases desafortunadas, que calaron hondo en el agro. El 25 de marzo, Cristina condenó la protesta y se refirió a ellos como los “piquetes de la abundancia” y aseguró que no se iba a dejar “extorsionar”. En Buenos Aires estallaron los “cacerolazos” en reacción al discurso y sectores afines al oficialismo, se manifestaron en la Plaza de Mayo para “evitar un golpe de Estado”, como lo definió Luis D’Elía. La situación estaba cada vez más tirante. El Gobierno se negaba a modificar la medida y el sector agropecuario a abandonar los piquetes y bloqueos.

A fines de marzo finalmente se habilitó una mesa de diálogo, pero ante la falta de acuerdos, los productores volvieron a las rutas. 

El 2 de abril levantaron los cortes para negociar por 30 días, sin embargo, los parches y medidas para calmar las aguas no llegaban a la cuestión de fondo, la famosa resolución 125.

El conflicto comenzó a mutar y de ser meramente impositivo tuvo un viraje político-ideológico. El Gobierno judicializó el asunto y denunció a las entidades del campo por “violar las leyes de abastecimiento y seguridad” e “impedir el normal funcionamiento del transporte”.

El 25 de abril renunció Lousteau y asumió Carlos Fernández, un dirigente de bajo perfil. La economía quedó completamente supeditada a la política. Recién el 19 de mayo volvieron a encauzarse las negociaciones, aunque no se llegó a un acuerdo, con más de 60 días de conflicto. Con el correr de los días, la pelea fue el único tema a discutir en la Argentina y el PJ acusó al campo de “golpista”. La dirigencia agropecuaria reaccionó ratificando el paro de granos y sumó la interrupción en el envío de ganado a Liniers. Al judicializarse el conflicto, comenzaron las detenciones.

El 30 de mayo arrestaron a 8 ruralistas por los cortes en las rutas y el sábado 14 de junio, la Gendarmería hizo lo mismo con Alfredo de Angeli en Gualeguaychú, aunque solo duró unas horas preso. El dirigente rural era uno de los hombres más importantes del conflicto. Ese fin de semana los cacerolazos llegaron a la Quinta de Olivos y el expresidente Néstor Kirchner participó de una manifestación oficialista en Plaza de Mayo.

Julio Cobos, vicepresidente de entonces,  recomendó al Gobierno la participación del Congreso en la búsqueda de una solución, algo que aceptó Cristina el 17 de junio, al anunciarlo por cadena nacional.

En la Cámara de Diputados, la batalla la ganó el oficialismo que aprobó el proyecto de ley de retenciones 129 a 122. El final fue de película. El 17 de julio, tras un debate de 18 horas, Cobos tuvo que desempatar la votación. El mendocino rechazó el proyecto: “Mi voto no es positivo”, dijo. Un día después, el gobierno derogó la resolución…claramente esa madrugada argentina, fue el inicio de una herida que aún no encuentra su cauce.




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