Juicio por Jurado: “es protagonista el sentido común…poco habitual entre los fans de la toga” Doctor Rubén Pagliotto a LT39 NOTICIAS

El reconocido abogado Rubén Pagliotto, hizo un escrito, en el que expone la bonomía del Juicio por Jurado, modalidad jurídica ésta, que más allá de estar diseñada por nuestra Constitución Nacional y Provincial; se efectivizó en Entre Ríos, el año anterior. Dialogamos con el penalista. El Sentido Común como eje estructural de decisiones complejas, ante situaciones de suma gravedad.

En el 2020 los entrerrianos, más allá de hacer espejo con el resto del mundo pandémicamente; vivenciamos un claro escenario que significó un gran avance dentro del mundillo judicial, donde el ciudadano común pasó a ser parte fundamental, en las acciones decisorias, de los juicios penales.

Desde LT39 NOTICIAS, hablamos oportunamente vastamente de los Juicios por Jurados, entrevistando a voces calificadas pertinentemente (ver link al pie). Por estos días y en congruencia con este tema, el prestigioso letrado entrerriano Ruben Pagliotto, dio a conocer un escrito, donde valiéndose de un humor reflexivo, habló de ello.

En diálogo con LT39 NOTICIAS, dijo que fueron dos escritos realizados; uno con “tinta académica”, redactado en conjunto con el Doctor Raymundo Kisser y otro, atravesado desde otra dialéctica; siendo este último, utilizado por nuestro medio, como punto de partida para entrevistarlo.

Prima facie destacó y detalló las bondades del juicio por jurados; esquema legal éste que está refrendado en nuestra carta magna, como así también en la Constitución provincial y en su oportuna reforma del año 2008.

Una nueva responsabilidad ciudadana, donde el Sentido Común, juega “en primera” (audio).

En su relato, Pagliotto subrayó la ayuda calificada y letrada, con la que desde las mismas instancias al ser elegido como jurado; el ciudadano cuenta; ya que quien es electo, para dirimir una difícil situación penal; poco sabe de términos como “homicidio calificado”, “posición garante”, “riesgo permitido”, “legítima defensa” y otros. (audio)

En un claro mensaje de apoyo a quienes ocuparán el lugar de jurados, el penalista minimizó el miedo popular a ser notificado, de tal carga pública, “nos complejizamos más con lo que de por sí no es complejo”, enfatizó. (audio)

Más allá de su escrito, también hizo mención a la industria cinéfila norteamericana, de la que no está de más decir, los argentinos somos grandes receptores y desde la que acabadamente la temática de los juicios por jurados, ha sido y es ampliamente escenificado.

Al finalizar, hizo votos de deseo, en cuanto la proyección e instalación de esta modalidad jurídica, a otras áreas del derecho, “aspiramos que la ley 10.746 de jurados populares, sea el comienzo del juradismo en Entre Ríos y que en no mucho tiempo más, se haga extensivo a otros tantos delitos (corrupción administrativa, violencia deportiva, ambientales, etc.) y a otras materias, como civil, comercial, laboral, entre otras”. (audio)

“EL ENOJO DE LOS ILUMINADOS ANTE UN CLARO HITO DE SOBERANÍA POPULAR!

Por Rubén Pagliotto –Practicón de a ratos del derecho penal y caminador de callejones sin salida

El Procurador y sus chiques están muy enojados y se les nota, pero el pueblo cansado a la mierda los echó. Un día los legisladores se dignaron a escuchar a quienes los votaron y decidieron, sabiamente, implementar el juicio por jurados. Allí todo es transparente y sencillo.

Tanto es así, que no le alcanza al abogado poligrillo con seis años de facultad, para entreverar y confundir a la gente del pueblo que conforma el jurado popular. Aquí, en este ámbito popular, no se habla de doctrina ni mucho menos tienen cabidas las bravuconadas en otras lenguas. La gente razona y decide desde las íntimas convicciones y el sentido común, poco habitual entre los fans de la toga. No se andan con tantas palabras raras y desconocidas ni frases hechas y a veces tan barrocas que  hace falta zambullirse en el diccionario de la RAE.

Todo lo contrario: al pan, pan y al vino, vino. Nada de “posición de garante”, “omisión impropia”, “riesgo permitido” o “autopoiesis normativa”. Aquí lo que cuenta es que seis mujeres y seis hombres de mi pueblo, donde encontrás un albañil, una maestra, dos empleadas domésticas, un médico y una ingeniera, discuten desde las evidencias observadas y los testimonios rendidos desde el prisma más sabio e irrefutable del sentido común.

Y vaya si eso es garantía!!! Claro que sí lo es don Fulgencio: allí debieron ponerse de acuerdo los doce miembros del jurado, lo que se llama UNANIMIDAD. Así que imagínese doña Chola lo serios y robustos que son los veredictos del jurado, es decir sus conclusiones de si el pibe Mendieta que juzgaron por el homicidio de Jesús Silva es culpable o no culpable.

Además don Gaspar, no se olvide que el Señor Juez o la Señora Jueza, que son técnicos del derecho, académicos porque fueron a la facultad a aprender leyes (no sentido común ni vivencias existenciales o capacidad de observación), le dan instrucciones generales a mis vecinos y les dice con sencillez de ocasión: señores jurados, este muchacho que están juzgando puede haber cometido homicidio simple, es decir mató porque mató, o agravado,  porque  lo mató al pobre Jesús Silva por la espalda, de sorpresa y sin que el finado haya podido defenderse.

Después de que la Chona González (ama de casa); el Nito Pesoa (despensa y despacho de bebidas); Pilar Giménez (empleada de la farmacia);  el Dr. Maximiliano Arteaga (médico);  Marcela Barbano (actriz); el filósofo Daniel Garcia (profesor posgraduado en Friburgo);  Rosario Ramírez, la contadora; Tito Costa, el verdulero; Sofia , la psicóloga; Sergio, el Albañil;  Claudia Neme Abdala (profesora de educación física) y don Tomás Benítez (gerente jubilado del Banco Nación) se pasaron horas y horas discutiendo a puertas cerradas, llegaron a la conclusión unánime de culpabilidad del acusado por homicidio agravado por alevosía.

Como que otro jurado popular de mi ciudad, en un caso parecido, arribó por unanimidad al veredicto de no culpabilidad para uno de los imputados y de culpabilidad para el otro acusado, todos ellos,  íntimamente convencidos,  arribaron a la misma e idéntica conclusión, porque todas las evidencias dieron ese respaldo a su veredicto.

Allí no hubo ningún altisonante despliegue de erudición jurídica ni alemanazgos, muchas veces muy mal fonetizados, de ningún jurado, ni nadie de ellos pensó peor o ilógicamente o desde una visión patriarcal o misógina por no saber que es, por caso, asequibilidad normativa, designio Criminal o posición de garante.

Además queridos chichipios (como dijera el monumental Tato Bores) estos jurados fueron recontra bien y severamente elegidos en la audiencia previa de selección de jurados (voir dire, como dice Françoise, mi respetado vecino de toda la vida), donde fiscales, querellantes y defensores, se sacaron chispas para rajar del jurado a aquellos que no le dieran garantías de imparcialidad, con o sin causa.

Qué bueno che, por fin el pueblo juzgando a sus pares, como nos mandan las Constituciones Nacional y Provincial. A veces los sueños se cumplen, aunque tardíamente. Alguna vez, escuchando a la sabia Dra. Alicia Moreau de Justo, haciendo referencia a los que critican las cuestiones populares desde el púlpito de una autoatruibuida racionalidad y conocimientos especiales, dijo así: en el desfile de la vida, algunos, muy pocos, marcharan con paso cambiado y a contrapelo de las mayorías. Lejos de matarlos o expulsarlos, entiéndelos, quizás  en su derrotero estén escuchando otros tambores.

Qué enseñanza la de doña Alicia, no. Bueno, así es esta historia. Hoy tenemos el más acusatorio, transparente y participativo de los sistemas de juzgamiento. Al revés del Procurador y sus consorcistas funcionales, muchos de nosotros aspiramos que la ley 10.746 de jurados populares, sea el comienzo del juradismo en Entre Ríos y que en no mucho tiempo más, se haga extensivo a otros tantos delitos (corrupción administrativa, violencia deportiva, ambientales, etc.) y a otras materias, como civil, comercial, laboral, entre otras.

Mal que les pese a muchos, como dicen doña Carla Cusimano y la apasionada Nadia Burgos, el juicio por Jurados que responde estrictamente a nuestro diseño constitucional (nacional y local) e institucional, llegó para quedarse y así será mal que les pese a algunes que otres cagatintas que se creen el ombligo del mundo, legatarios de los saberes universales y que en esa inercia e ímpetu de iluminados, más de una vez a la semana se suben a la palmera de la plaza del pueblo para ver cómo funciona el mundo sin ellos. Juradistas del mundo, UNIOS y hasta la victoria siempre!!!!




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