El primero ocurrió cerca de las 18:00 en inmediaciones de 25 de Mayo y Laprida, donde la conductora de una moto de 110 centímetros cúbicos a la que se le indicó detenerse en el control, aceleró, golpeando en la fuga a un agente de Policía.
La motociclista iba acompañada por un hombre, ambos sin casco, lograron fugarse pero fueron filmados por la cámara con que se registraba el operativo, estando ya identificados.
En cuando al policía, recibió un fuerte golpe en el brazo izquierdo, donde a pesar que intentó esquivar el paso de la moto fue golpeado por el manubrio, afortunadamente sin sufrir una fractura, por lo que se reincorporaba hoy a las actividades.
Menos de una hora más tarde, en el mismo operativo, un joven de 19 años de edad que circulaba en una Motomel de 110 centímetros cúbicos a una velocidad superior a la aceptable en la trama urbana, por lo que no pudo frenarla al ser detenido por los uniformados, realizando una arriesgada maniobra con el objeto de evitar chocar a los inspectores, no obstante lo cual golpeó a un inspector de 33 años de edad, en la rodilla y el brazo derechos.
El motociclista fue detenido y trasladado a la jefatura, donde recuperó su libertad tras los trámites de rigor, y este jueves deberá presentarse en Fiscalía para hacer su descargo, mientras que el inspector lesionado adelantó que radicará una denuncia en su contra, por lesiones.
El tercero ocurrió más temprano que los anteriores, y no tiene relación con un operativo específico, sino que se dio como parte de lo que debiera ser la normal actividad de los inspectores, es decir, controlar el movimiento normal y acorde a las normas en el tránsito local.
Poco antes de las 17:00 una inspectora de 24 años de edad se encontraba en inmediaciones de Yrigoyen y Maipú, donde observó que pasaba un motociclista haciendo “Willy”, es decir, con la rueda delantera despegara del pavimento, en una Motomel de 150 centímetros cúbicos con la patente 297 KHM (por lo que su propietario está identificado).
Al verla, la municipal le hizo seña de que se detuviera, pero el conductor no le hizo caso.
No obstante, se detuvo en la siguiente esquina, para ingresar a una veterinaria, por lo que la inspectora fue a abordar al infractor, al que esperó junto a la moto.
Cuando el motociclista salió de la veterinaria, la inspectora le pidió los documentos de la moto, obteniendo como insólita e injustificable respuesta un puñetazo en la cara, tras lo cual, el agresor escapó del lugar.
De más está decir que la inspectora radicó la denuncia, siendo revisada por el médico policial, que constató la lesión.
Ahora, el “acróbata” no sólo deberá afrontar una multa, sino también una causa por agresión, que en este caso también podría enmarcarse en una situación de violencia de género, ya que es pensable que no hubiera actuado de esa manera si el inspector hubiera sido hombre.
RESUMEN DEPORTIVO
